Seat apuesta por la importación de componentes alemanes y aplaza la nueva planta de Martorell

Los 450.000 millones de pesetas que Volkswagen había presupuestado para reactivar su filial española Seat no se destinarán a la construcción de una nueva factoría en Martorell, contrariamente a lo anunciado en un primer momento. Alrededor de la mitad de esa cantidad (unos 225.000 millones) se invertirá en renovar la gama de productos, sustituyendo la tecnología heredada de Fiat y los moto res System-Porsche por tecnología procedente de Volkswagen. La suma restante será empleada básicamente en poner al día la actual maquinaria. Ello supone que Volkswagen no construirá por el momento la nueva fábrica de Martorell al dará oportunidad a Seat de desarrollar tecnología propia.

El aplazamiento del proyecto de la nueva planta de Martorell, al menos hasta después de 1992, es justificado por la empresa por el bajo coste de la mano de obra española en comparación con la alemana, y por el elevado precio del dinero. En la República Federal de Alemania el coste del trabajador por hora es de unos 50 marcos (unas 3.400 pesetas), frente a los 18 marcos (unas 1.250 pesetas) que cuesta la hora en España. Por contra, el precio del dinero en la RFA ronda el 6% anual, frente al 15% aproximadamente que cuesta en España. Ello hace que en la RFA sea rentable invertir en instalaciones robotizadas, mientras que en España es más barato mantener un uso intensivo de mano de obra.La filosofía de Volkswagen en este momento es, por tanto, modernizar al máximo sus factorías alemanas y mantener en lo posible el statu quo, industrial de Seat, según fuentes conocedoras de los planes de la empresa. Este retraso en la apuesta de Volkswagen por Seat le deja las manos libres para rectificar sus planes sobre la empresa española.

Si se produjera un cambio sensible en el mercado -una fuerte recesión, un gran incremento de las importaciones de automóviles japoneses en Europa, etcétera- Volkswagen podría restringir al mínimo sus compromisos con Seat, ya que no habría efectuado ningún desembolso importante en bienes de producción tras la adquisición de la empresa al Instituto Nacional de Industria (INI), el 9 de junio de 1986. Y, por el contrario, sus factorías alemanas habrían estado vendiendo a Seat importantes cantidades de material. Un portavoz de Seat rehusó ayer pronunciarse sobre estos extremos.

Productos Volkswagen

La renovación del producto y su alemanización, por un lado, y el aplazamiento de la planta de Martorell, por otro, harán que gran parte de los gastos previstos por Volkswagen en Seat se destinen, en último extremo, a la compra de productos Volkswagen: chasis, motores y demás componentes. Los planes de renovación afectan a toda la gama de productos Seat. Los actuales Marbella tendrán en 1990 un nuevo motor de origen Volkswagen, y desaparecerán hacia 1994, sustituidos por un utilitario derivado de la gama VW-Polo. El Ibiza será sustituido hacia 1992 por un nuevo modelo motorizado a partir del actual Golf. El Málaga, por último, será renovado tomando como base el VW-Jetta. A la transformación de la gama Seat a partir de los modelos alemanes, se unirá la prevista utilización de grandes piezas fabricadas en la RFA, destinadas al montaje de los Seat. El 90%, aproximadamente, del motor (bloque, cigüeñal, bielas, etcétera) de los Seat se importará de las factorías alemanas de Volkswagen, y se baraja incluso la posibilidad de importar directamente el motor completo en algunos casos.

Las factorías de Zona Franca, Martorell y Landaben se limitarán, por tanto, a tareas de ensamblaje. Los motores, concretamente, se montarán en una nueva cadena que será instalada en Martorell, lo que supone la desaparición, en 1992, de la línea de fundición que opera en la factoría de la Zona Franca, donde se producen actualmente las piezas grandes destinadas a los motores System-Porsche.

Las fábricas de Seat se encargarán, complementariamente, de la producción de piezas muy concretas y de resolución sencilla, con destino a todo el grupo, y recibirán una línea de prensaje procedente de las instalaciones que Volkswagen ha cerrado en EE UU. Seat invertirá 21.000 millones de pesetas hasta 1990 en la reestructuración del resto de líneas, que permanecerán en la Zona Franca de Barcelona.