'Trabajillos'

Soy una estudiante de 21 años. Llevo un año trabajando, haciendo prácticas, en una empresa que se dedica a la importación de coque de petróleo, producto que se usa fundamentalmente como combustible en las fábricas de ladrillos. Al principio me dedicaba a hacer trabajillos. Más tarde se me asignó el cargo de vendedora en las fábricas de la zona del centro (Toledo y Madrid). Algo completamente nuevo, ¡una mujer desempeñando este cargo!Los gerentes de las fábricas nunca llegaron a aceptarme y desconfiaban de mí. La imagen que ellos tienen del vendedor es la de un hombre que va por allí y con el que, entre oferta y oferta, hablan del partido del domingo y de lo buena que está la Sabrina.

Los más jóvenes lo asimilaron mejor, pero los viejos nunca llegaron a comprenderlo. He tenido que soportar muchas cosas: miradas, mala educación y además me han hecho pasar por mentirosa ante mis superiores de la empresa.

Tras un par de meses desempeñando este cargo, sin ninguna explicación por parte de mis jefes se me fue apartando disimuladamente de esta actividad y volvió a desempeñarla un hombre con todas las de la ley.

Ahora vuelvo a hacer trabajillos y no tengo que soportar impertinencias, aunque me da rabia, porque puede parecer que sea yo la que no sabe desempeñar este cargo, pero a cualquier mujer, y más de 21 años, le hubiese pasado. Agradezco a la dirección que pusiera esa confianza en mí y aclaro que no he sido yo la que les ha fallado, ha sido esta sociedad completamente machista en la que aún vive este país.-