Los jefes de Estado de Argelia, Túnez y Libia, juntos en una ceremonia política

Los jefes de Estado de Argelia, Libia y Túnez conmemoraron ayer conjuntamente el 30º aniversario del bombardeo francés contra la localidad tunecina de Sakiet Sidi Yusef, una base del Frente de Liberación Nacional (FLN) durante la guerra de independencia argelina. La reunión de Chadli Benyedid, Muammar el Gaddafi y Ben Alí fue un espectacular triunfo argelino, contemplado por Marruecos con preocupado silencio. Benyedid y Gaddafi llegaron juntos en automóvil a Sakiet Sidi Yusef procedentes de la localidad argelina de Annaba. Ambos hombres habían mantenido una sorpresiva reunión durante el fin de semana, a la que se había sumado el secretario general del Frente Polisario, Mohamed Abdelaziz.

Libia ha mejorado sus relaciones con el Polisario, sin haber llegado aún a devolverle el apoyo que le retiró en 1984, durante la luna de miel entre el coronel Gaddafi y el rey Hassan II.

Relaciones con la RASD

Mohamed Abdelaziz no acudió, sin embargo, a los actos de ayer en la hace 30 años bombardeada localidad tunecina. El presidente Ben Alí no quiso que la presencia del líder polisario pudiera incrementar las suspicacias marroquíes. Túnez no reconoce a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y mantiene buenas relaciones con Rabat.El Marruecos oficial guarda silencio sobre la intensa actividad de visitas y entrevistas desarrollada en los últimos días entre los jefes de Estado de Argelia, Libia y Túnez. La culminación del actual proceso, impulsado por Argelia, aislaría a Marruecos de los otros países del Magreb.

El principal objetivo de la actual política exterior argelina es conseguir la adhesión de Libia al Tratado de Fraternidad y Concordia suscrito en 1983 por Argelia y Túnez, al que posteríormente se incorporó Mauritania. Para los argelinos, una buena fecha para la incorporación libia sería el 19 de marzo, quinto aniversario de su proclamación.

En una reciente entrevista con el diario The Washington Post, el presidente argelino manifestó su temor de que el aislamiento de Libia pueda obligar a ese país a «aliarse con el diablo% alusión a la instalación de bases soviéticas. Benyedid dijo que el mejor modo de"neutralizar" a Libia es hacerle participar en un "acuerdo político regional".

Libia y Túnez, en cuya reconciliación Argelia ha desempeñado un importante papel, parecen en camino de solucionar sus principales problemas bilaterales. Ya han suprimido la exigencia mutua de visados y Libia ha pagado 10 millones de dólares en concepto de adelanto por los daflos causados por la expulsión, en 1985, de más de 30.000 trabajadores tunecinos.