El Gobierno y la policía no han denunciado ante los tribunales el espionaje realizado a Rafael Pastor
EI Ministerio de Asuntos Exteriores no ha recibido ninguna explicación oficial sobre el desarrollo y posible resultado de las investigaciones realizadas por el espionaje al director general de Asuntos Consulares, Rafael Pastor Ridruejo, transcurridos más de dos meses desde que fuera descubierto por la policía un micrófono en su teléfono particular. Ni el departamento de Exteriores ni el propio afectado, ni la policía, han denunciado, el caso a las autoridades judiciales. La Fiscalía General del Estado tampoco ha recibido ningún atestado policial ni instrucciones e Información del Gobierno sobre el espionaje ilegal.
El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, consultado ayer por este periódico, aseguró que no ha sido informado hasta el momento del desarrollo de las investigaciones realizadas al alto cargo de su departamento desde que se decidiera hace más de dos meses "poner el caso en manos de la policía y del Ministerio del Interior".Ordóñez confirmó que Rafael Pastor le informó personalmente de irregularidades y extraños sonidos que escuchaba en su línea particular de teléfono, ante lo cual "decidimos denunciar el asunto a las autoridades policiales".
Posteriormente "fuimos informados por el Ministerio del Interior", añade Ordóñez, "sobre el descubrimiento de un aparato en su línea telefónica, por lo que ordené que se cumplieran estrictamente las disposiciones legales". El ministro precisa que transmitió a su equipo que "no se desbordara el asunto porque el aparato había sido descubierto en un domicilio particular y no en ninguna sede oficial".
Sin embargo, ni el ministerio ni la policía ni el propio afectado han denunciado el caso a las autoridades judiciales, quienes podrían llegar públicamente hasta los autores del espionaje, según fuentes próximas a la investigación.
Asimismo, fuentes de la Fiscalía General del Estado han asegurado que el Gobierno no ha transmitido a esta institución ninguna información oficial ni instrucciones sobre el caso. En la fiscalía se conoció el espionaje, por las informaciones periodísticas, mes y medio después de que fuera conocido por el Gobierno.
Policía Judicial
Fuentes de la fiscalía se muestran absolutamente partidarias de remodelar las funciones de la Policía Judicial y opinan que debería tener el fiscal la competencia absoluta sobre estas investigaciones.Fuentes de la fiscalía han precisado que la institución podría iniciar una investigación, pero han descartado por el momento tal iniciativa al saber que la policía ya lleva más de dos meses indagando el caso.
Por otra parte, fuentes de Izquierda Unida han añadido que probablemente en algunos países no se conozca la identidad del director de los servicios secretos, en alusión a una "altanera frase" de Narcís Serra en el Congreso, "pero en un país democrático y serio, este caso hubiera provocado una tormenta política y el inmediato cese de sus responsables".
En España, por el contrario, añaden dichas fuentes, "Serra, sin conocer el resultado de la investigación que supuestamente se está realizando, defiende ingenua y candorosamente a los servicios secretos, tras numerosos precedentes escandalosos durante su propio mandato como ministro de Defensa, como la investigación de su compañero de partido y entonces presidente del Congreso, Gregorio Peces-Barba".
Asimismo, el ministro de Asuntos Exteriores explicó que "desgraciadamente este tipo de incidentes suelen ser frecuentes en las embajadas", pero al tratarse de un domicilio particular, los responsables del departamento decidieron poner el caso en manos del Ministerio del Interior.
Investigación
La policía, según fuentes de la investigación, tiene datos suficientes como para asegurar que el micrófono descubierto, de fabricación nacional y secreta, es un tipo de aparato que utiliza el CESID. Esos datos están en poder de los servicios del Ministerio del Interior que investigaron el caso y dispusieron de cerca de mes y medio antes de que la noticia fuera adelantada por este periódico. Una vez que el asunto saltó a la opinión pública, estos servicios ya habían finalizado prácticamente la investigación, puesto que conocían el origen del espionaje ilegal, aunque no así el motivo.El asunto trató de ser silenciado en altas esferas del Gobierno para evitar un nuevo escándalo del servicio secreto militar, el enfrentamiento entre Interior y Defensa y la delicada situación en que queda el departamento de Exteriores.
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