La Compañía Financiera de Suez, tercer aspirante al control de la SGB belga

Las constantes transacciones sobre las acciones de la Société Générale de Belgique (SGB) y las sentencias judiciales pendientes impiden discernir con claridad qué grupo controla el mayor holding industrial y financiero belga, del que pretendió adueñarse hace un mes el magnate italiano Carlo de Benedetti. El jueves pasado quedó confirmada la existencia de un tercer aspirante a controlar la Générale, al anunciar en París la Compañía Financiera de Suez que había adquirido en la Bolsa de Bruselas el 10% de su capital, "para contribuir a llevar a cabo un proyecto de reestructuración y de desarrollo de la SGB".

Este nuevo sobresalto de la batalla librada en torno al holding fundado en 1822 fue precedido en enero de la compra por Benedetti del 18,6% del capital de la Générale y del lanzamiento de una oferta pública de adquisición (OPA), por ahora bloqueada por la comisión bancaria belga, sobre otro 15%, que le hubiese permitido poseer la mayoría relativa.La contraofensiva de la dirección del banco consistió en emitir doce millones de nuevas acciones, sobre cuya legalidad se pronunciará la semana próxima el Tribunal de Comercio de Bruselas, vendidas al grupo flamenco belga Gevaert, encabezado por André Leysen, que, si la justicia no anula la emisión, poseerá el 34% del capital de la SGB.

El tercer episodio de lo que la Prensa belga describe como la guerra desencadenada por Benedetti tuvo lugar a mediados de semana, cuando en una sola jornada se negociaron fuera y dentro de la bolsa seis millones de acciones, cuyo valor global asciende a 77.262 millones de pesetas, y que, al parecer, un grupo de pequeños accionistas flamencos vendieron en gran parte a la financiera francesa Suez.

Suez sólo reconoce poseer un 10%, pero algunos diarios franceses estimaban ayer que puede ser de hasta un 20%. aunque también podría quedar invalidada por el Tribunal de Comercio bruselense.

Protesta de Benedetti

Benedetti, que entre sus numerosas actividades preside la multinacional italiana Olivetti, denunció inmediatamente la operación llevada a cabo por Suez ante la justicia belga, por considerarla ilícita, tras la presentación de su OPA, y ante el Consejo de Administración de Suez, del que es, paradójicamente, miembro, se expresó, al parecer, en el mismo sentido.Además de aprovechar la confusión en el accionariado de la SGB, Suez, en manos de los círculos financieros franceses neogaullistas, pretende con su iniciativa parar los pies a sus rivales liberales del grupo galo Cerus.