Servicio civil
El recientemente aprobado reglamento que regula la prestación del servicio civil, sustitutorio del militar, de acuerdo con la ley de objeción de conciencia, ha sido, al igual que lo fue la ley, frontalmente rechazado por las organizaciones de objetores de conciencia. Forzosamente tenía que haber sido así, ¿cómo se puede aceptar un servicio cívil de una duración superior en un 50% al militar y conservando muchas de las características de éste?Pero analizando la cuestión desde el punto de vista de los jó-
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venes que prestan su servicio militar, difícilmente se podría considerar justo que el servicio civil fuese claramente ventajoso respecto del militar. Si la duración fuera idéntica y el régimen del civil claramente más permisivo, nos encontraríamos probablemente ante un gran crecimiento de la objeción de conciencia.
La solución sólo puede venir por la supresión del servicio militar obligatorio y la creación de un Ejército profesional moderno, que pueda responder mucho mejor a las necesidades de defensa de nuestra sociedad. En las elecciones generales de 1986, el partido Centro Democrático y Social incluyó en su programa una duración máxima para el servicio militar obligatorio de tres meses. Ahora, se hace más necesario que nunca encaminarnos hacia la solución propuesta, en un momento en el que en vez de arreglarse el problema de los objetores de conciencia, se agrava, y en el que, dependiendo de una circunstancia tan irracional como un sorteo, hay un 25% de jóvenes que no deberán prestar ningún tipo de servicio. Mientras, el resto tendrán que pagar esta forma de impuesto extraordinario que consiste en dedicar un año, o año y medio, de vida a unas necesidades, militares o civiles, de la sociedad española.- . Responsable del área de ecología del CDS en Barcelona.
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