Propuestas de paz

El Gobierno español ha reaccionado del único modo posible a las tentativas de paz ofrecidas por ETA. Si bien no las ha rechazado completamente, ha dejado claro que no se llevará a cabo ninguna negociación mientras continúe la campaña terrorista de los separatistas vascos. El mismo día de la oferta se descubrió una bomba debajo del coche de un policía en Bilbao, de modo que aún no ha llegado el momento de entablar conversaciones constructivas.El ofrecimiento por parte de ETA de una tregua de 60 días se hizo sólo bajo la condición de que pudiera encontrarse una solución política satisfactoria para el pueblo vasco. La organización no está interesada en la paz en sí misma, o todavía no, en cualquier caso. Pero a los pistoleros no les queda mucho por negociar.

Aislada políticamente incluso dentro del País Vasco -donde todos los partidos, a excepción de su propia ala política, han dado la espalda a la violencia-, ETA ha perdido todas sus justificaciones para legitimarse. La capacidad de infligir dolor y sufrimiento ha sido su única arma. Ahora que se ha visto reducida por la acción policial, se encuentra en una posición débil para demandar.

El Gobierno español tiene que desempeñar un papel de espera. No puede permitirse ofender a los vascos moderados rechazando en su totalidad las propuestas. Aún menos puede parecer que cede a ellas y enfrentarse a la mayoría de la población española.

2 de febrero