El saneamiento de las empresas eléctricas prima sobre las fusiones, según Oriol
Íñigo Oriol, presidente de Unidad Eléctrica (Unesa), declaró ayer que el saneamiento de las empresas eléctricas prima sobre cualquier posibilidad de fusiones en el sector y afirmó que el marco legal y estable, o nuevo marco tarifario, aprobado por el Gobierno despeja muchas incógnitas sobre el futuro de su situación, "que es hoy mejor que ayer y peor que mañana". Oriol presentó ayer el balance provisional de las eléctricas durante el ejercicio de 1987, que él definió como "mucho mejor que el del pasado año".
La fiebre de fusiones que afecta al mundo de la banca amenaza con extenderse, al menos en rumorología, al sector eléctrico. Ayer, sin embargo, Oriol trató de poner coto a estos rumores al reconocer que los empresarios eléctricos no se oponen a cualquier decisión integradora que reduzca costes, pero afirmó que "éste no es el caso del sector eléctrico".La reciente creación de una empresa encargada de la gestión de la producción integrada, caso de Red Eléctrica, junto al escaso volumen que representan los gastos operativos en este tipo de empresas, fueron los argumentos esgrimidos para rebatir a corto plazo las fusiones por parte del presidente de Unidad Eléctrica, cuya organización ya supone un claro intento de integración funcional del sector.
Las empresas eléctricas, vino a decir Oriol, ya sólo se encargan de la distribución y de la gestión financiera, habida cuenta que sus pautas de inversión y producción están marcadas por Red Eléctrica o bien vienen dadas por la Administración mediante los correspondientes planes energéticos nacionales.
Íñigo Oriol, al hacer balance del ejercicio pasado, resaltó la aprobación del nuevo marco tarifario como el acontecimiento más importante que se ha producido en el sector en los últimos años, el cual, dijo: "Ha permitido despejar muchas de las incógnitas creadas el pasado año por la crisis de FECSA, ha confirmado la viabilidad financiera del sector y ha sentado las bases para abordar los planes de inversión futura".
El presidente de Unidad Eléctrica señaló que el nuevo mercado tarifario beneficia a los consumidores, "que sólo pagarán los costes reales de energía"; a los ahorradores y accionistas, "porque obtendrán rentabilidad en sus inversiones"; y a las empresas y a la Administración, "por la transparencia que supone su funcionamiento".
Dentro de este contexto, Oriol señaló que la reciente subida de tarifas, aunque "nos parece poco el 5,5%", permiten asegurar el funcionamiento del sector y garantizan unos ingresos que cubren los costes estándares, base del nuevo sistema tarifiario.
Sube el consumo
Desde el punto de vista productívo, el año 1987 marcó una vuelta a los incrementos del consumo eléctrico, con una tasa del 3,4%, en la línea de lo previsto en el Plan Energético Nacional (PEN) vigente. Asimismo, la recuperación de los consumos industriales, especialmente los de baja tensión, con incrementos superiores al 8%, denota la existencia de una fuerte actividad económica, que compensa la reducción de los incrementos de los consumos de alta tensión, debido a la crisis siderúrgica y naval. Por regiones, los aumentos más importantes se registraron en la zona catalana y Levante, en detrimento de los del Norte y Noroeste, que coincide básicamente con los repartos regionales del declive económico de algunas zonas.
En cuanto al balance económico, aún sin cerrar, Oriol señaló que los ingresos globales del conjunto de empresas de Unesa superaban los 1,2 billones de pesetas y el inmovilizado total, incluida obra en curso, era del orden de los seis billones de pesetas. El inmovilizado en explotación oscilaba en tomo a los cuatro billones, similar al endeudamiento, que era de 4,1 billones de éste, un 75% está en moneda nacional y el resto en divisas.
