864 conductores fueron denunciados en 1987 por cometer graves imprudencias

La Policía Municipal de Madrid tramitó a lo largo de 1987 un total de 864 expedientes abiertos por conducción temeraria dentro del casco urbano de la capital, según un comunicado hecho público por el Ayuntamiento de la capital. Los conductores han sido expedientados por infracción del artículo 18 del Código de la Circulación, que en casos particularmente graves puede suponer la suspensión del permiso de conducción.

El informe señala que la vigilancia habitual de la Policía Municipal sobre este tipo de infracciones se ha visto potenciada a raíz de la aparición del fenómeno de los denominados conductores suicidas, y añade que, en la mayoría de los casos, éstos estaban bajo la influencia del alcohol.

El comunicado cita como ejemplo el caso del conductor que el pasado mes de diciembre fue detenido cuando circulaba en sentido contrario por la M-30, y que tuvo que ser interceptado por varios coches de la Policía Municipal, con riesgo de la integridad física de sus dotaciones.

Más reciente es el caso del joven que, tras sustraer un autocar, lo condujo desde Carabanchel a Vallecas sin respetar señalización de ningún tipo, al tiempo que arrollaba cuantos vehículos se le ponían en el camino. Unos días antes, dice el comunicado de la Policía Municipal, un Seat 600 ocupado por una pareja sembró el pánico en la avenida de Oporto al circular en sentido contrario e invadiendo las aceras.

En la madrugada del 25 de enero hubo otros dos casos de conducción temeraria: un turismo que, por el paseo de las Delicias, iba a toda velocidad, sin respetar los semáforos en rojo y cambiando de carril continuamente, y otro vehículo que circulaba de forma similar por la Gran Vía madrileña.