Los promotores del 'juego de la guerra', abucheados en un debate público

Más de 400 vecinos de Torrelodones, donde una empresa privada quiere implantar el denominado juego de la supervivencia o de la guerra, abuchearon ayer a sus promotores en el transcurso de un debate público organizado por los Ciudadanos de Torrelodones contra la Violencia celebrado en la Casa de la Cultura del pueblo. A los actos no acudió representante alguno del equipo de gobierno municipal, presidido por el independiente Mario Mingo Zapatero. Los convocantes se oponen a la implantación y práctica del juego.En la mesa, moderada por Javier Domingo, de Radio Nacional de España, estuvieron, entre otros, Ignacio Aparicio y Miguel Ángel D' Errico, representantes de Promociones Splat, empresa que quiere introducir el juego en España; la senadora del PSOE y presidenta de Movimientos por la Paz, Francisca Sauquillo (PSOE); un representante de los vecinos de Torrelodones, Francisco Martín, y la diputada de la Asamblea de Madrid Carmen Ferrero (PSOE).

Sauquillo manifestó que presentará una pregunta en la Asamblea de Madrid y otra en el Parlamento Europeo, oponiéndose al juego, porque piensa que "la humanidad debe desarrollar valores como el de la paz y no los relacionados con la violencia". En opinión de la parlamentaria socialista, la práctica del juego puede perjudicar a toda la comunidad, e hizo hincapié en desarrollar "la paz, la solidaridad y la libertad".

Los promotores del juego, que fueron abucheados por los asistentes cuando tenían la palabra, manifestaron que no pudieron participar en el debate, como era su intención, "ya que en el ambiente existía una agresividad inusitada", afirmó D' Errico. Los promotores piensan que la ley está de su parte y creen que pronto comenzarán su nueva actividad. Promociones Splat está pendiente de la resolución que tome la delegación del Gobierno sobre la autorización del juego.

Conquistar la bandera

Los representantes de Splat piensan que la implantación del juego no puede dar lugar a la formación de grupos paramilitares y que su fin "no es eliminar al contrario, sino conquistar la bandera". Impidiendo este tipo de actividades, según los promotores, se está atentando contra la libertad de empresa y contra la llibertad ciudadana.El representante de las asociaciones de vecinos de Torrelodones, Francisco Martín, apoyado por casi la totalidad dé los asistentes, se manifestó en contra del juego porque considera que se trata de una actividad relacionada con la guerra y que puede dar lugar a la proliferación de la violencia. También se opone por el valor ecológico de la finca de El Gasco, en donde se quiere ubicar el campo de juego.

La Coordinadora Madrileña en Defensa de la Naturaleza ha enviado un escrito a la delegación del Gobierno y otro al alcalde de Torrelodones oponiéndose a la implantación del juego en la finca por su gran valor ecológico.