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'Globen', un alarde técnico en el arte de la construcción

Estocolmo dispondrá del mayor escenario cerrado para espectáculos masivos

Una placa de aluminio ondulado de unos dos metros cuadrados cubrió, en los primeros días de este año, el último orificio de la esfera que corona la construcción más elevada de Estocolmo, un alarde de técnica del que los suecos están orgullosos. Se trata de El Globo (Globen), nombre que alude al planeta, una esfera de 85 metros de altura -127 sobre el nivel del mar- y 112 metros de diámetro, una espectacular construcción destinada a albergar el mayor escenario cerrado para acontecimientos de carácter masivo. El Globo propiamente dicho es apenas una parte, la más visible y atractiva, de un proyecto mayor, que abarca unos 150.000 metros cuadrados y que incluye un hotel, un centro comercial y canchas para deportes.

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Ubicado en la parte sur de la ciudad, a pocos minutos de metro del centro de Estocolmo, El Globo ha irrumpido ya, pese a los días brumosos del invierno sueco, en el cielo de la ciudad a disputar la atención de los transeúntes entre las muchas cúpulas verde-cobrizas que lo adornan. Si bien la responsabilidad técnica de la construcción es de una firma sueca, la idea original de este gigantesco mecano espacial pertenece al arquitecto Max Mengeringhausen, que actualmente vive en la ciudad de Wurzburgo, en la República Federal de Alemania.El ingenioso sistema está basado en una esfera con varios orificios en los que se atornillan unos rieles de hierro que forman el esqueleto y que semejan la estructura de una cadena molecular. Al parecer, ese tipo de construcción tiene un origen militar, de la época en que Hitler necesitó grandes tiendas de campaña para sus ejércitos durante la Il Guerra Mundial. Por esta razón hay cuatro instructores alemanes entre los 650 trabajadores que se afanan en cumplir los plazos previstos para la terminación del complejo.

A este componente alemán debe agregarse que el material aislante, muy importante en una construcción que estará destinada también a espectáculos musicales, es de origen suizo, lo que le da un cierto carácter internacional al proyecto, pero los responsables suecos de éste se apresuran a reivindicar para su país la dirección técnica y la mano de obra. Ésta es una demostración de la capacidad de la técnica sueca, dice el ingeniero jefe de la empresa, Bjorn Larsson, para adaptar lo mejor en materia de construcción que se haya experimentado en cualquier país.

Una ciudad para el 92

Los trabajos de construcción comenzaron en agosto de 1986, y la primera etapa deberá estar terminada para comienzos de 1989.

Para entonces todas las instalaciones interiores de la esfera, un hotel, la galería con boutiques y la estación de metro, estarán prontas con vistas a la inauguración del Campeonato Mundial de hockey sobre hielo previsto para abril de ese año en Estocolmo. Y para 1992 se estima que todo el complejo estará terminado y una pequeña ciudad se habrá formado teniendo a El Globo como punto de referencia y razón de ser.

En principio, el coste inicial de todo el proyecto ha sido estimado en unos 1.500 millones de coronas (28.200 millones de pesetas), de los que aproximadamente una tercera parte corresponde a la construcción esférica cuya parte exterior ha sido terminada en estos días, para abocarse, libre del riesgo de filtraciones de nieve o lluvia, a los mil detalles, piso, graderías, acústica, instalaciones eléctricas, que harán que esta Tierra en miniatura se vuelva habitable para disfrutar tanto de un concierto como de un partido de hockey o tenis. Porque El Globo está pensado para servir de escenario no solamente a toda clase de competiciones deportivas, sino también de espectáculos culturales, conciertos -especialmente de rock, que tienen casi siempre asegurada de antemano una buena concurrencia-, óperas, ballet, circo y todas aquellas manifestaciones que exijan un gran escenario y capacidad para mucho público.

Ya se ha formado una empresa con el cometido de contratar dichos espectáculos, Arena AB, que acaba de anunciar la firma de su primer contrato con la Asociación Sueca de Gimnasia, que organiza el Campeonato de Europa para varones que se realizará en mayo del año próximo.

Es probable también que la anunciada decisión del director de cine y teatro Ingmar Bergman de montar una ópera con la pieza de Eurípides Las bacantes tenga como escenario El Globo y no el Dramaten, como inicialmente se pensó.

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