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José Luis Sureda y Tomás Ramón Fernández o siguen en el consejo del Banco de España

El Consejo de Ministros decidirá hoy volver a nombrar como consejeros del Banco de España a José Luis Sureda y Tomás Ramón Fernández, cuyo mandato terminaba hoy, cerrando rápidamente en esta ocasión el hipotético relevo en el máximo órgano de control del Banco de España, a seis meses de que se deba tomar una decisión sobre la continuidad o no del gobernador, Mariano Rubio, y el subgobernador, Juan Antonio Ruiz de Alda al frente del banco emisor.La rápida solución dada para la continuidad de los dos consejeros que ahora cesaban contrasta con los más de tres meses que tardó el ministro de Economía, Carlos Solchaga, en proponer al Consejo de Ministros, en noviembre de 1986, los nombres de los dos consejeros que debían sustituir a los entonces cesantes, Carlos Bustelo y Gonzalo Anes. En aquella ocasión Anes permaneció en su puesto y Bustelo fue sustituido por Julián Campo, ex ministro de Obras Públicas y Urbanismo con el primer Gobierno socialista.

La continuidad en su puesto de los dos consejeros del Banco de España se daba por segura desde hace tiempo. José Luis Sureda fue el primer consejero nombrado por el Gobierno socialista y no parecía lógico que fuera a ser sustituido, dados sus vínculos con el partido en el poder. Tomás Ramón Fernández es un catedrático de derecho cuya permanencia en el Banco de España no provoca ningún problema político.

Más cambios

La decisión del Consejo de Ministros es la primera de las tres que debe tomar a lo largo de este año en relación con el consejo del Banco de España. En julio deberá decidir sobre la continuidad o no del gobernador y del subgobernador y un mes después tendrá que volver a nombrar o cesar a otros dos consejeros, éstos con bastante peso específico: Enrique Fuentes Quintana, ex vicepresidente del Gobierno con UCD, y Manuel Olivencia, comisario para la Expo 92. Fuentes y Olivencia fueron confirmados hace cuatro años por el Gobierno socialista cuando les venció su anterior mandato.La batalla por el consejo del Banco de España tuvo lugar en 1986 cuando el Gobierno decidió sustituir a Carlos Bustelo, ex ministro de Industria con UCD, y miembro de la beatiful people, por Julián Campo que, meses antes, había sido sustituido como ministro de Obras Públicas y Urbanismo en la crisis ministerial socialista que, auspiciada por el entonces titular de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, acabó por afectarle a él mismo y supuso su salida del Gobierno. En aquel momento se interpretó que el PSOE y una parte del Gobierno quería controlar más de cerca la actuación del Banco de España.

El Gobierno tiene hasta el mes de julio para tomar una decisión sobre la continuidad o no del actual equipo ejecutivo del Banco de España. Mariano Rubio y Juan Antonio Ruiz de Alda cumplen entonces el período de cuatro años para los que fueron nombrados en el verano de 1984. Es pronto todavía para que se sepa algo sobre su continuidad o no en dos de los puestos más codiciados de la Administración.

El nombramiento de Mariano Rubio en 1984 se debió tanto a la presencia de Miguel Boyer en el Gobierno como a la necesidad de que quien había dirigido la solución de la crisis bancaria la continuara hasta su solución.El panorama actual es relativamente distinto. Las sombras de la crisis parecen estar algo más lejos. Pero el iniciado proceso de fusión de grandes bancos y el compromiso no oficial de propiciar la entrada de la peseta en el Sistema Monetario Europeo en dos años influirá de forma clara sobre los nombramientos. Lo mismo que la crisis ministerial, si es que tiene lugar y llega a afectar al Ministerio de Economía.

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