El fantasma de Jarabo
Los más antiguos vecinos de la calle del Alcalde Sainz de Baranda resucitaron ayer el fantasma de José María Manuel Pablo de la Cruz Jarabo Pérez Morris, un señorito calavera que hace 30 años cometió un cuádruple crimen a escasos metros de donde ahora se ha producido un hecho muy similar. El 19 de julio de 1958, José María Jarabo asesinaba a tiros en su vivienda de la calle de Lope de Rueda, número 53, muy cerca de Alcalde Sainz de Baranda, al matrimonio formado por Emilio Fernández Díaz y María de los Desamparados Alonso Bravo. El cadáver del hombre estaba en el cuarto de baño; el de su mujer, embarazada de dos meses, fue hallado sobre la cama matrimonial. La criada aparecía muerta en la cocina, con un cuchillo clavado en el corazón.
Ayer en el barrio se reavivó el recuerdo de aquellos crímenes. Dicen que José María Manuel Pablo de la Cruz Jarabo, joven, bien parecido, de acomodada familia, había sido atrapado por las deudas del juego. Y que fueron las deudas las que causaron tanta muerte.
Ahora, mientras los curiosos se agolpan ante el número 50 de Alcalde Sainz de Baranda, se recuerda que Jarabo pasó todo un largo fin de semana encerrado con sus victimas. Y que el lunes 21, tranquilamente, bajó al comercio de compraventa donde Emilio Fernández tenía a medias un negocio de préstamos con Félix López Robledo, en el número 19 de la calle del Alcalde Sainz de Baranda.
Jarabo abrió la tienda, llamada Jusfer, y tranquilamente esperó dentro del local a que llegara Félix López Robledo, al que dio muerte de dos disparos.
El señorito calavera fue detenido por llevar su traje ensangrentado a una tintorería de la calle de Orense. El verdugo de Madrid le ajustició en garrote vil el 4 de julio de 1959.
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