Un hombre, asesinado en el restaurante chino donde intentó refugiarse

Un hombre que aparenta unos 25 años de edad fue asesinado sobre las tres de la tarde de ayer en el interior de un restaurante chino cerca del Rastro madrileño, según informaron fuentes policiales. El móvil del crimen parece que fue un ajuste de cuentas por un asunto relacionado con la droga.La víctima entró corriendo en el restaurante chino-japonés situado en la finca 24 de la calle de Embajadores. Los orientales que atienden el local no comprendían muy bien las apresuradas palabras del chico que acababa de irrumpir en el mismo. De repente, entraron otros tres desconocidos que comenzaron a insultar y golpear al joven mientras éste pedía socorro inúltilmente.

El dueño del establecimiento, al ver que uno de los asaltantes esgrimía una navaja, trató de mediar en la pelea, y resultó herido. No pudo impedir, sin embargo, que el atacante asestara tres cuchilladas al primer hombre que había llegado, el cual cayó al suelo bañado en sangre.

Tras perpretrar el crimen, el grupo de homicidas salió corriendo del restaurante, mientras alguien llamaba al 091 para informar de lo ocurrido. Un coche patrulla acudió a la calle de Embajadores y su dotación comprobé que la víctima había dejado dé existir, por lo que se requirió la presencia del juez de guardia.

Homicidios de la Brigada Judicial de Madrid se hicieron cargo de la investigación del caso y comprobaron que el joven muerto no portaba ningún tipo de documentación. Éste fue identificado posteriormente a través de las huellas necrodatilares, ya que estaba fichado por tener antecedentes como presunto traficante de estupefacientes.

La víctima, de la que solamente se ha podido saber que se llamaba Javier, es un joven muy delgado y con aspecto de estar fuertemente enganchado a la heroína, según manifestaron algunos testigos que presenciaron el levantamiento del cadáver.

Aunque la Jefatura Superior de Policía de Madrid no facilitó ayer ninguna información sobre el caso, las primeras hipótesis apuntan a que el homicidio está relacionado con un posible ajuste de cuentas entre drogadictos. En la zona donde ocurrió el crimen, la confluencia de la calle Embajadores con la de San Cayetano, hay numerosos pisos ocupados por jóvenes que suelen consumir heroína, según dijeron varios vecinos.

El restaurante donde se produjo el sangriento hecho estaba ayer cerrado al público. Dentro del mismo tan sólo había un grupo de siete orientales, que en un mal español acertaron a decir que estaban muy impresionados por el crimen.