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Vecinos del Rastro denuncian el incumpimento de la ordenanza del mercadillo

La Asociación de Vecinos La Corrala lleva un mes denunciando a diario en la Junta Municipal de Centro el incumplimiento de la ordenanza reguladora del Rastro. Los vecinos protestan por la instalación del mercadillo todos los días (el reglamento lo autoriza un solo día) y por los problemas de inseguridad y molestias que supone la instalación de cerca de 6.000 puestos de venta. Los afectados desconfían de la reestructuración anunciada por el Ayuntamiento.

Los vecinos no se cansan de enumerar "las violaciones constantes" de la ordenanza de junio de 1986 sobre venta ambulante: el uso de altavoces, la instalación de cerca del doble de los 3.500 puestos permitidos, la falta de acreditación de la procedencia de las mercancías y el funcionamiento a diario del mercadillo, así como la ausencia de un plan de evacuación en caso de incendio; denuncian asimismo infracciones como la venta de artículos robados, el tráfico de drogas e incluso la venta de coches usados en la vía pública.Los comerciantes y los colegios públicos de la zona (Santa María y Cervantes) también han denunciado la situación ante el Ayuntamiento y la Delegación del Gobierno.

"El Ayuntamiento incumple todos los días sus propias ordenanzas y la Policía Municipal no hace nada por paliar esta situación", afirma un portavoz de la Asociación de Vecinos La Corrala. "Los vecinos vivimos diariamente con graves problemas de seguridad y molestias constantes. Hasta las ambulancias se niegan a venir a las calles ocupadas por el Rastro por temor a no poder salir".

Ayer no fue posible localizar a Gnés Meléndez, concejal del distrito de Centro, para que explicara su versión de estos hechos. Meléndez anunció hace dos semananas la elaboración de un plan de protección civil para evacuar el Rastro. Varios inspectores municipales recorren la zona en el último mes y han detectado la existencia de almacenes piratas de mercancías que suponen un riesgo añadido.

El Ayuntamiento obligará también a los vendedores a pagar tasas y licencias, lo que supondrá un desembolso anual de más de 50.000 pesetas por vendedor. Con esta medida se piensa reducir el número de los cerca de 6.000 puestos que ocupan ahora los aledaños de la plaza de Cascorro.

Los vecinos presentaron también a primeros de diciembre un recurso previo a la vía ordinaria de los tribunales para exigir responsabilidades a la corporación.

El Ayuntamiento distribuyó el mes pasado entre los comerciantes una circular que establece la limitación del Rastro a una quincena de calles y prohíbe la venta de animales vivos, alimentos perecederos y material audiovisual. Según los vecinos, todas estas mercancías se siguen vendiendo habitualmente.

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