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Las aguas de Riaño inundan ya un pueblo

A los 20 días del sellado de la presa de Riaño, el agua inunda ya el pueblo de Huelde, una de las siete Iocalidades que fueron demolidas el pasado verano, a varios cientos de metros del muro de la presa, por donde discurría la vía de comunicación habitual de León con el valle. Las precipitaciones de nieve en la última semana convierten el viaje por carretera a cualquiera de los distintos núcleos rurales de los valles colindantes a Riaño (Valdeón, Sajambre, Tierras de la Reina y Valdeburón) en una aventura.

El desvío habilitado por Horcadas y Carande -de no ir por Guardo (Palencia)-, que llega al pie del viaducto que traspasa el ya inexistente pueblo de a Riaño, tiene un desnivel de un % a lo largo de aproximadamente un kilómetro. Las placas de hielo y la nieve hacen prácticamente intransitable ese recorrido, que por otra parte cuenta con demasiadas posibilidades de ser mejorado en los próximos meses, según el jefe provincial de Carreteras, Manuel Alfonso, ya que el viaducto estará finalizado en el lazo máximo de dos meses y estos problemas habrán concluido.La situación para los cerca de 4.000 habitantes de la zona ha empeorado, a pesar de los esfuerzos de los distintos organismos públicos competentes en el tema.

Según varias fuentes, la solución a los graves problemas de los accesos actuales, aunque de manera provisional, llegaría tarde. Los alcaldes de los municipios afectados han planteado en reiteradas ocasiones sus preocupaciones básicas.

Filtraciones en la presa

El presidente de las Cortes autonómicas, Carlos Sánchez Reyes, del CDS, y la comisión regional de seguimiento de embalses, que visitaron reciente mente la zona, han pedido por escrito al delegado del Gobier no en la comunidad autónoma Domingo Ferreiro; al presidente del Ejecutivo regional, José María Aznar, y al presidente de la Diputación Provincial Alberto Pérez, soluciones eficaces para solventar los problemas de incomunicación y servicios que padece la zona.Por otra parte, las filtraciones aparecidas en los tres tubos de desvío del río Esla tras el sellado de la presa, y que los técnicos calificaron como normales, fueron subsanadas por un equipo de especialistas compuesto por técnicos submarinistas. La operación consistió en cerrar con cemento las fisuras observadas.

El hasta ahora presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero, Emilio Villar, declaró que es una operación habitual en todos los cierres de presas, y forma parte de la primera fase de cualquier sellado en este tipo de obras.

Otras fuentes técnicas indicaron que el volumen de filtraciones ha sido superior al esperado, quizá debido, en parte, a la precipitación con que se hizo el taponado de los tubos.

Si las filtraciones no se reproducen, se procederá en breve a inyectar hormigón en el túnel de 80 metros que desvía el río Esla.

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