Desarrollo del estatuto y apoyo a la reinserción

El segundo borrador, presentado a finales de diciembre a las fuerzas políticas por el presidente del Gobierno vasco, el peneuvista José Antonio Ardanza, es el resultado de las abiertas discrepancias con la primera propuesta del lehendakari por parte del Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE), aliado en el Ejecutivo autónomo con el Partido Nacionalista Vasco (PNV).

Los elementos más destacados del texto son el compromiso de los firmantes de desarrollar en plenitud el Estatuto de Gernika respetando su singularidad, la reafirmación de la posibilidad de su reforma y el apoyo a la reinserción de quienes abandonen la violencia. La nueva propuesta de Ardanza se extiende en una larga introducción y 12 compromisos concretos. El borrador reconoce que el Estatuto de Gernika no recoge todas y cada una de las reivindicaciones de la sociedad, pero reafirma su carácter de punto de encuentro de la voluntad mayoritaria de los vascos y marco jurídico del que la sociedad se dota ( ... ) para acceder al autogobierno y regular la convivencia pacífica".

Tras insistir en la validez de las vías de diálogo y concertación para la solución de los problemas colectivos e instar de los Gobiernos central y de Vitoria a la recuperación de un clima de entendimiento, el texto señala que la violencia política, además de constituir una práctica execrable, representa "un importante obstáculo para la satisfacción de las aspiraciones de los ciudadanos vascos", y rechaza la pretensión de los violentos de negociar problemas políticos que sólo pueden ser objeto de transacción entre los legítimos representantes de la voluntad popular.

Compromiso

La propuesta de Ardanza compromete a los partidos firmantes con el pleno desarrollo del Estatuto de Gernika, de conformidad con los principios que lo inspiraron y respetando su singularidad.

Es el propio pueblo vasco, a través de sus representantes legítimos, según el borrador, el que debe decidir en su caso la reforma del estatuto por las vías legales y el que puede reivindicar cualquier derecho que haya podido corresponderle en virtud de su historia, como la propia carta autonómica establece.

El borrador contiene una interpretación del papel de la Ertzaintza según la cual sólo las funciones extra y supracomunitarias expresamente recogidas en el artículo 17 del Estatuto de Gernika escapan a la competencia de la policía autonómica vasca, y expresa el apoyo de los firmantes a una solución negociada de la violencia y al diálogo entre quienes hayan decidido abandonarla "y los poderes competentes del Estado" para que aquéllos puedan incorporarse activamente a una sociedad normalizada.

Del acuerdo, según el borrador de Ardanza, se daría traslado oficial al Gobierno del Estado y a los partidos firmantes del pacto antiterrorista de Madrid, de 5 de noviembre, así como al Parlamento y al Gobierno de la Comunidad Foral de Navarra, al Parlamento Europeo y al Consejo de Europa.