Thatcher inicia su visita a Kenya y Nigeria
La primera ministra británica, Margaret Thatcher, inició ayer en Kenya una visita oficial de cinco días a África que también la llevará a Nigeria. El núcleo de las conversaciones con el presidente Daniel Arap Moi y con el general Ibrahim Banagida lo constituirán las relaciones bilaterales de ambos países de la Commonwealth con Londres, bajo el nubarrón de la negativa de Thatcher a aplicar sanciones a Suráfrica. La tensión política será alta en Lagos, donde existe una marcada animosidad hacia la dama de hierro y donde se han oído muchas voces contra su visita.Thatcher no había vuelto al continente desde la cumbre de la Commonwealth celebrada en Zambia en 1979, reunión que allanó el camino a la independencia de Zimbabue. Sus relaciones con el África negra son las que cabe esperar de su firme negativa a apoyar medidas de aislamiento económico contra el régimen racista surafricano que reclaman los otros países.
Suráfrica va a estar en la agenda de las discusiones con ambos mandatarios, pero con mucha más relevancia en la entrevista del jueves con el general nigeriano, que aspira a convertirse en la primera voz en la lucha contra el apartheid, como cree que debe ser la del país más poblado de África y con un relativo potencial económico.
Thatcher reiterará su criterio de que es a través del desarrollo económico como puede lograrse la aparición de una clase media negra en Suráfrica que llegue a hacer inviable el apartheid. Insistirá también en que la buena voluntad británica se manifiesta en la ayuda que Londres ofrece a los países limítrofes con Suráfrica para que reduzcan su dependencia de tal vecino.
Chispazos en Lagos
Sus argumentos serán menos discutidos en Kenia que en Nigeria, donde la Prensa y la opinión pública no se van a arredrar a la hora de las críticas. De hecho, y para evitar mayores chispazos, la estancia en Lagos ha quedado reducida a una sola jornada, mucho menos de lo que correspondería a un país que es el primer socio comercial británico en el continente, con un intercambio anual que ronda los 200.000 millones de pesetas. El principal problema es la morosidad nigeriana para pagar a los británicos con negocios en aquel país una deuda que éstos elevan hasta los 250.000 millones de pesetas.Antes de entrar en la conflictiva Nigeria, Thatcher habrá pasado tres días en Kenia, adonde llegó ayer. Kenia, fuertemente anclada en el campo de los países occidentales, es el primer receptor de ayuda británica en África. Buena parte de la estancia de la primera ministra estará dedicada a visitar lugares en los que los británicos llevan a cabo programas de desarrollo, proyectos que se incrementarán tras la visita.
Suráfrica, los problemas políticos internos de Moi y la situación de los presos políticos recientemente denunciada por Amnistía Internacional serán cuestiones a abordar con el presidente keniano.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.