Originalidad

Fernando García Tola lleva en Televisión Española suficientes años como para casi haber hecho de todo. Trabajó de ayudante de realización de Valerio Lazarov, hizo popular a Carmen Maura y enfrentó electrónicamente a lsabel Tenaille y a Mercedes Milá. Además triunfó, ya como estrella -o quizá sería mejor decir como antiestrella-, en Si yo fuera presidente. A lo largo de estos años, para su desgracia, le ha caído encima la fama de ser uno de los escasos profesionales del medio con capacidad para experimentar sin perder capacidad de éxito y popularidad. Esto le ha convertido en TVE en un especialista en hacer programas originales.Ahora, Tola teme, por encima de todo, que le pidan originalidad a los trabajos que realiza. Según sus propias palabras, "me horroriza que me digan que piense algo original". Para Querido Pirulí afirma que el mérito de las entrevistas estará en poseer una buena documentación y en su capacidad o incapacidad para traspasar las barreras con las que suelen acudir a televisión los invitados. A ello "habrá que añadir un especial cuidado para seleccionarlos, huyendo de los mismos personajes que siempre aparecen o buscando descubrir facetas en ellos desconocidas para el espectador". A su juicio, si lo consigue, "ya será bastante". "Lo que no estoy dispuesto", afirma, "es a colocarme la pierna por encima de la cabeza para satisfacer a quienes piensan que tengo la obligación de hacer siempre algo que se salga de lo convencional".