La Guardia Civil retuvo a ocho kilómetros de la cárcel a los 7.000 vascos que acudían a Herrera de la Mancha

Cerca de 7.000 personas, llegadas desde diferentes puntos del País Vasco, se concentraron ayer a ocho kilómetros de la prisión de máxima seguridad de Herrera de La Mancha (Ciudad Real), en la carretera comarcal Manzanares-Argamasilla de Alba, al no permitirles acercarse al centro penitenciario un fuerte dispositivo de la Guardia Civil y la Policía Nacional, cuyos efectivos estaban equipados con material antidisturbios.

Los familiares y amigos de presos etarras, que tradicionalmente se concentran todos los años con motivo de las fiestas navideñas en los alrededores de la prisión -convocados por las gestoras pro amnistía-, necesitaron en esta ocasión 14 horas para llegar a Ciudad Real, debido a los numerosos controles policiales establecidos en diferentes puntos del recorrido.En Seseña (Toledo), carretera Nacional IV, un millar de vecinos intentó cortar el tráfico para evitar el paso de los cerca de 80 autocares. El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Pedro Valdecantos, explicó a Europa Press que entre los vecinos figuraban familiares y amigos de guardias civíles. Finalmente, el corte de carretera no se consumó, al impedirlo las fuerzas de seguridad destacadas en la zona.

Josu Iraeta, de Herri Batásuna, que fue elegido miembro del Congreso de los Diputados en las pasadas elecciones, señaló a los periodistas que nadie les había indicado que la concentración estuviera prohibida.

Iraeta añadió que la situación política no ha cambiado en el País Vasco desde 1977, y resaltó: "Estamos en una guerra".

Los concentrados, aunque entonaron varias canciones vascas, como el Eusko Gudariak (Himno al Soldado Vasco), abandonaron el tono festivo de otras ocasiones y gritaron reiteradamente diversas consignas como "Viva ETA Militar", "Vosotros, fascistas, sois los terroristas", "Amnistía total", "Policía asesina" y "Contra más represión, coche bomba solución".

Los parlamentarios de Herri Batasuna, un total de cinco, negociaron con una comisión enviada por el gobernador civil que un grupo compuesto por 16 familiares de los etarras, dos abogados de las gestoras pro amnistía y ellos mismos visitaran a los presos de los distintos módulos de Herrera, una vez que las autoridades les indicaron su negativa a que el grueso de la expedición llegara hasta las puertas de la cárcel.

La contrapropuesta de las autoridades de reducir el número de familiares a ocho fue rechazada por los concentrados, y el parlamentario vasco de Herri Batasuna Tasio Erquicia, en nombre de ellos, dijo: "No vamos a aceptar el chantaje y vamos a demostrar nuestra madurez política no cayendo en provocaciones, por lo que en estos momentos [eran las cinco de la tarde] nos vamos hacia Euskadi". Y así lo hicieron.