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España ha pedido a Estados Unidos que retire los aviones F-16 en un plazo de tres años

El Gobierno español ha concedido a Estados Unidos un plazo de tres años, a partir de mayo próximo, para que los 72 aviones F-16 norteamericanos estacionados en Torrejón de Ardoz abandonen España, según fuentes diplomáticas. las mismas fuentes subrayaron que la octava ronda negociadora para la reducción de tropas norteamericanas se desarrollará, como estaba previsto, en enero, aunque aún no hay una fecha definitiva. Negaban así una información publicada el jueves por el diario The Washington Post según la cual las negociaciones hispano-norteamericanas habían quedado rotas.

Por el contrario, las fuentes españolas consultadas se manifestaron optimistas respecto al resultado de la negociación, señalando que, "en privado, algunos altos funcionarios norteamericanos parecen comenzar a comprender la necesidad de la salida de los aviones F-16 de Torrejón y de los aviones cisterna de Zaragoza". Ahora todo depende, según estos medidas, de los plazos que una y otra parte propongan para la salida del ala táctica 401. El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez expresó el pasado día 10 al embajador norteamericano, Reginald Bartholomew, el deseo esp,dío1 de que esta salida se produzca escalonadamente en tres años. Washington ha filtrado, de manera no oficial, que estaría dispuesto a sacar de España los 72 aviones F-16 en tres fases, pero el último escuadrón permanecería en España hasta dentro de diez años, lo que fue calificado como plazo "inaceptable" por el propio presidente Felipe González.De acuerdo con estas mismas fuentes, existe "una razónable esperanza" en que la partes americana acuda a la octava sesión negociadora de enero con "propuestas nuevas". Portavoces norteamericanos en Madrid dijeron el jueves: "Nosotros estamos preparados siempre para negociar" y "esperarnos" que se produzca la octava ronda en enero. Pero estas fuentes no quisieron añadir más comentarios a la información del Washington Post, firmada por Jim Hoagland -quien ya suscitó una polémica en septiembre al informar de presuntas divergencias entre el Rey y González-, según la cual las negociaciones habían sido rotas por España.

Contactos bilaterales

El portavoz del Gobierno, Javier Solana, fue más tajante, el jueves de Nochebuena: "Puedo decir, con todo rigor, que esa noticia no es correcta. Nada ha cambiado, al menos desde la perspectiva del Gobierno español". Fernández Ordóñez, tras reiterar que las negociaciones no están rotas, manifestó que el aplazamiento de la octava ronda negociadora, que debería haberse desarrollado los días 18 y 19 de diciembre, fue decidido de común acuerdo, fijándose provisionalmente la nueva fecha para enero. El ministro de Exteriores reiteró que la posición española "es firme", e insistió en la necesidad de que salgan de España todos los aviones F-16. Para el portavoz de la Oficina de Información Diplomática, la noticia de The Washington Post "no tiene ni pies ni cabeza". El Ministerio de Defensa belga también desmintió, según la agencia France Presse, otra parte de esta información, según la cual Bruselas "ha expresado interés" en quedarse con parte de los F-16.

Un acuerdo sobre la reducción es "imprescindible" para que España acceda a negociar un nuevo convenio con EE UU, texto que, teóricamente, tendría que estar ratificado el próximo mayo; por ello, según la posición española, Washington tendrá que acceder "en las próximas semanas" a la reducción de tropas pedida por Madrid, para así poder negociar el nuevo convenio. Los medios consultados admitieron que la importancia de las rondas negociadoras entre España y Estados Unidos ha decrecido, para dar primacía a los "frecuentes contactos" reservados que mantienen Fernández Ordóñez y el embajador Bartholomew. Así, pese al aplazamiento de la octava sesión, las conversaciones "han continuado en todo momento", ahora con mayor protagonismo directo del ministro español. El optimismo del Gobierno se matiza, no obstante, con la afirmación de un miembro de la. delegación negociadora según el cual "en las próximas semanas, la guerra de intoxicaciones y declaraciones va a ser terrible".

"No puede: evitarse que, en un lado y en otro, se radicalicen algunas posiciones", dijo ayer una fuente gubernamental española, aludiendo a recientes declaraciones norteamericanas (concretamente, del general Vernon Walters a la revista El Globo, en las que afirmaba: "Si no nos quieren, nos iremos, pero los americanos no olvidaremos"). Pero esta fuente gubernamental se refería también a "ciertas actitudes" españolas, que pretenden "ir más allá en sus reivindicaciones": algunas enmiendas presentadas por militantes de Madrid y Zaragoza a la ponencia. marco que será debatida en el 312 congreso del PSOE, en enero, piden el desmantelamiento total de ambas bases militares; pero parece dudoso que las enmiendas logren ganar en una votación, según la ejecutiva socialista.

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