Pena por la Complutense

Agradezco al doctor Muguerza sus atinadas observaciones sobre mi humilde persona en EL PAÍS del pasado 15 de diciembre. Tiene toda la razón: soy un maleducado y me temo que a estas alturas difícilmente podré ya remediarlo. Me queda, en cualquier caso, el consuelo de pensar que en su actual situación laboral el doctor Muguerza no tiene que convivir demasiado con gente así, que ignora por completo qué son buenos modales, por lo que su cruz no debe ser tan intolerablemente pesada como sugiere.Creo, con todo, y pido perdón por manifestarlo, que en lugar de perder el tiempo en cuestiones personales en las que de antemano le doy ¡a razón, el doctor Muguerza haría mejor entrando en el fondo de la cuestión que planteaba en in¡ carta del 14 de diciembre. No parece que el mejor modo de contribuir a clarificar el proceso por el que don Emilio Lledó no ha obtenido la cátedra de la universidad Complutense a que con tantos y tan relevantes méritos aspiraba, pase por sugerir que el voto final en blanco de un miembro de la comisión y la retirada de otro se debieran fundamentalmente a la postergación de Lledó. Es posible que quienes pensamos que el doctor Lledó no era el candidato unívoco de dichos jueces nos equivoquemos, a pesar de los datos que abonan esta hipótesis. Si tal ocurre, que se nos rectifique. Clarificar lo que realmente ha pasado es, en cualquier caso, el mejor favor que en opinión de este maleducado puede rendirse a don Emilio Lledó y a la comunidad universitaria. Espero, por último, que el doctor Muguerza permita al insignificante firmante de esta carta una respetuosa rectificación. Jamás insistí en ser incluido entre los firmantes del escrito del 8 de diciembre a favor de Lledó, con quien me unen casi 20 años de colaboración profesional y amistad profunda y a quien debo incluso mi decisión de dedicarme a la enseñanza de la filosofía, que sin su decisiva intervención no habría tenido lugar. Mi único ruego al doctor Fernando Quesada, a través del profesor Martínez Lorca, fue que no se incluyera entre los firmantes de dicha carta, como al parecer se pretendía, a uno de los miembros de la comisión que, según evidencias poco discutibles, en ningún momento parece que se manifestara a favor de la candidatura del doctor Lledó.- . Catedrático de Filosofla de la Complutense.