Los últimos datos estadísticos de la economía norteamericana ahuyentan, cada vez más, el fantasma de la recesión

Los mercados bursátiles internacionales registraron muy pocas variaciones durante la sesión de ayer, en la que hubo también un reducido volumen de intercambios que refleja ya la proximidad de las fiestas navideñas.Los operadores disfrutaron de un pequeño período de tranquilidad al contar con un dólar mas estable y con un precio del petróleo a la baja.

Por otra parte, los últimos datos estadísticos dados a conocer están ahuyentando el fantasma de la recesión económica en Estados Unidos. Por un lado, los tres fabricantes de automóviles han hecho público un nivel de ventas mayor de lo que esperaban, y por otro, las nuevas construcciones se incrementaron un 7,5% el pasado mes de noviembre, según informa Shearson Lehman.

Pero hay, que contar también con que las alzas de los últimos días pueden producir determinadas realizaciones de beneficios. Aunque, según algunos operadores, el mercado está consolidando una base para intentar saltar, desde ella, por encima del nivel 2.000 del índice de valores industriales, Dow Jones.

En cuanto al billete verde, se mantuvo estable, e incluso registró algunas pequeñas alzas, debido, principalmente, a la repatriación de los beneficios de las multinacionales norteamericanas en Europa ante el final del año, lo que significa que se están produciendo ventas de marcos, francos franceses, yenes y libras esterlinas en favor del dólar.

Aún así, el sentimiento general respecto a la moneda norteamericana continúa siendo claramente bajista, como consecuencia del deseo de Estados Unidos de ver su divisa más baja, por mucho que se empeñe la Casa Blanca en manifestar lo contrario, como única solución al enorme déficit de su balanza de pagos.

Por otra parte, el primer ministro japonés declaró ayer que la estabilidad de los mercados de divisas podría alcanzarse con la aplicación de medidas internacionales de coordinación como las establecidas en el acuerdo del Louvre. Sin embargo, no quiso defender ningún nivel de estabilización de la paridad del yen respecto al dólar.