Manifestación masiva en Zaragoza para protestar por el terrorismo

Más de 200.000 personas, según estimaciones de la policía local, participaron en la manifestación silenciosa celebrada ayer en Zaragoza en repulsa por el atentado terrorista cometido el pasado viernes contra una casa cuartel de la Guardia Civil y en el que perecieron 11 personas. Paralelamente, fuentes policiales manifestaron ayer que existen indicios más que suficientes para afirmar que varios comandos de liberados de ETA Militar acaban de instalarse en Guipúzcoa y Barcelona procedentes de Francia. Estos medios consideran que ETA se ha lanzado a una ofensiva general con el propósito de contrarrestar los reveses sufridos durante los últimos meses y negociar entonces desde una posición de fuerza.

La concentración de la capital aragonesa, que congregó a cerca de un tercio de la población de la ciudad, estaba encabezada por una gran pancarta con la leyenda "Zaraoza, por la paz y contra el terrorismo". La portaban las primeras autoridades regionales y provinciales: el presidente aragonés, Hipólíto Gómez de las Roces; el presidente de las Cortes de Aragón, Juan Bautista Montserrat; el alcalde de la ciudad, Antonio González Triviño; los presidentes de las diputaciones provinciales de Zaragoza, José Marco; de Huesca, Marcelino Iglesias, y de Teruel, Isidoro Esteban, así como concejales y dos niños, escolares del centro donde estudiaba una de las pequeñas fallecidas en el atentado.También asistieron a la manifestación, además de las autoridades regionales de Aragón, el presidente del Parlamento vasco, Jesús Eguiguren; los dirigentes de Euskadiko Ezkerra Juan María Bandres y Kepa Aulestia, y el defensor del pueblo, Joaquín Ruiz-Giménez. Al final de la marcha, grupos de extrema derecha insultaron al Gobierno y las instituciones. El silencio de la manifestación sólo fue roto por los aplausos, los gritos de repulsa o las muestras de dolor de los familiares de las víctimas.

Por otra parte, fuentes de la lucha antiterrorista manifestaron que la matrícula falsa que portaba el automóvil en el que huyeron los autores del atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil figuraba, antes del atentado etarra, en una lista elaborada por la Dirección General de la Policía como matrículas de posible utilización por parte de comandos de ETA.

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