Varios surcoreanos se autolesionan en favor de sus candidatos
Un hombre de mediana edad se hace un corte en el brazo para escribir con su sangre: "Elijamos como presidente a Roh Tae Woo". Otro hombre de unos 40 años se pega una dentellada en un dedo y se secciona la primera falange para manifestar de una manera ciertamente insólita su amor por Kim Dae Jung. Las dos autolesiones describen el fanatismo al borde de la demencia con que este país vive el proceso del paso de la dictadura a la democracia.
Estos incidentes sucedieron, el primero el sábado en un mitin del candidato gubernamental celebrado en Seúl, y el segundo ayer, instantes antes de que el dirigente opositor comenzara a hablar ante una concurrencia por encima del millón, ya habitual en su campaña para las elecciones presidenciales coreanas de pasado mañana."El próximo Gobierno no tiene más remedio que trabajar por la reconciliación nacional y los perdedores deberán, también, contribuir a ello, si no quieren que el país desemboque en el caos", declara un diplomático occidental. La situación en Corea del Sur es cada día más tensa en vísperas de unas elecciones que la oposición plantea como final de la dictadura militar y comienzo de una era civil, y el Gobierno como reforma democrática vigilada o el caos.
Los tres principales aspirantes, Roh Tae Woo y los opositores Kim Young Sam y Kim. Dae Jung no admiten otra hipótesis que no sea la de su victoria, por estrecha que ésta sea.
Sables y fusiles
Si gana Roh Tae Woo, ¿aceptarán los dos partidos de la oposición la derrota?, preguntan los periodistas extranjeros. "Es impensable que gane si las elecciones son justas", dicen los de la oposición."El pueblo se levantará si Roh comete fraude en contra de la voluntad popular, porque los coreanos no tienen miedo ni a los sables ni a los fusiles", declaró ayer Kim Dae Jung ante un millón. de personas que se concentraron en el parque de Poramae, una antigua base militar, en Seúl, para escuchar a su líder desafiando al termómetro que marcaba una temperatura bastante por debajo de los cero grados.
¿Y si pierde Roh Tae Woo?. "Ni siquiera nos lo planteamos. En cualquier caso, este es el juego de la democracia", contesta en Seúl un asesor del partido gubernamental.
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