La ley sobre publicidad de tabacos y alcoholes en el deporte lleva ya dos años de retraso

La ley que regulará la publicidad de tabacos y alcoholes en el deporte está sujeta actualmente a enmiendas por parte de los grupos parlamentarios para que pueda entrar en vigor próximamente. Esta ley lleva ya un retraso de dos años respecto a los planes previstos, una vez que Tabacalera y el Ministerio de Agricultura salieran en defensa, ante el de Sanidad, de los intereses de los sectores afectados. La última intención era la de autorizar la publicidad, en los deportes que exigen gráficamente un menor esfuerzo físico y la de prohibirla en aquellos en los que la presencia física es fundamental.

El deporte sufrió una convulsión el año pasado, cuando se anunció que a finales de enero ya no podrían firmarse más contratos publicitarios con marcas de tabacos. Lo mismo pasaría con el alcohol en los siguientes meses. Desde diversos estamentos se advirtió al Ministerio de Sanidad lo que esta medida acarrearía, puesto que, de los 10.000 millones de pesetas que llegan al deporte como soporte patrocinador a cambio de publicidad, al menos una décima parte procedía del tabaco y del alcohol.La importancia de este hecho paralizó la inmediata entrada en vigor del decreto, que, por otra parte, era necesario adaptar a las medidas que desde hace tiempo rigen en Europa, algunas llevadas hasta el extremo de que un tribunal francés prohibió el año pasado difundir imágenes por televisión del París-Dakar en las que se viesen vehículos con publicidad de tabaco, que era el caso precisamente de los favoritos.

En el compás de espera abierto entre la defensa realizada por Tabacalera y el Ministerio de Agricultura de los sectores afectados se barajaron múltiples posibilidades. El Consejo Superior de Deportes (CSD) llegó a interesarse por el tema y presentó al Ministerio de Sanidad las cifras del soporte económico que para la actividad deportiva representa el patrocinio de tabacos y alcoholes, aun comprendiendo la contradicción que significa que los deportes que requieren un elevado esfuerzo físico propagasen productos que incapacitan precisamente para tal exigencia. Incluso así, la publicidad que no induce directamente al consumo la contempló como una posibilidad a estudiar para que el deporte no se viera perjudicado por el rigor de una normativa.

La última intención del Ministerio de Sanidad antes de presentar el borrador coincidía con la opinión expresada desde el CSI) al contemplar la posibilidad de que en ningún caso la publicidad permitida invitara al consumo. Además, planteaba grandes restricciones en los deportes en los que el esfuerzo físico es manifiesto, y menores en los que, aun siendo necesaria una buena preparación, quedara oculta por la utilización de un medio, como puedan ser el coche en el automovilismo, la moto en el motociclismo, el barco en la vela y el caballo en la hípica. Precisamente, Tabacalera es una de las firmas con posibilidades de patrocinar la vela para los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.

El peligro de la velocidad

Enrique Franco, director de Unipublic, agencia que gestiona el patrocinio de varios deportes, considera que, si se produce esta discriminación, "el error sería bárbaro porque siempre será más peligroso que se propague la marca de una bebida alcohólica en un coche que en la camiseta de un atleta. Se puede relacionar el alcohol con la velocidad y entonces puede entrar en juego la vida de los demás cuando uno se pone al volante. Puedo afirmar además que en ningún país de los que han prohibido la publicidad de tabaco y alcohol se ha reducido el consumo".Otro tema de la ley será la publicidad estática en los campos y el patrocinio de torneos por el tabaco y el alcohol. Ahí no se esperan grandes cambios, aunque la intención es ir eliminando la publicidad de estos productos en el mundo del deporte, a la espera de que vaya encontrando otras fórmulas de financiación acordes con la ley de Publicidad.