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El Gobierno expone numerosas cautelas para subir el 'techo' de las comunidades autónomas

Anabel Díez

El Gobierno rechaza ampliar a corto plazo las competencias de las 13 comunidades que accedieron al autogobierno por la vía del artículo 143 de la Constitución, o vía lenta, a juzgar por las muchas cautelas y condiciones que expresó ayer el ministro para las Administraciones Públicas, Joaquín Almunia, en el primer día de debate en el Senado sobre el estado de las autonomías. El presidente de AP, Antonio Hernández Mancha, y el representante del CDS, Fernando Castedo, pidieron la elevación de las competencias de estas comunidades.

El presidente del Gobierno, Felipe González, intervino durante 10 minutos, al filo de las nueve de la noche, poco antes del final del debate, iniciado a las diez de la mañana, para felicitar a los senadores por sus discursos.González, que no pudo resistir la tentación de recordar que es el primer presidente que habla en el Senado, formuló algunas reflexiones en voz alta sin entrar en los problemas de detalle, para poner de manifiesto que en 10 años se ha modificado la estructura de poder del Estado cuando se partía de 500 años de Estado centralista. "Seguiremos oyendo que el sistema es perfectible, pero no podemos caer en el error de creer que hay un modelo finalista o que estamos tratando de un asunto casi religioso".

El presidente sólo se refirió personalmente, y con afecto, a los representantes del CiU, Ramón Trias Fargas, y del PNV, Carmelo Renobales; e intentó tranquilizarles diciendo que el Gobierno no tiene intención de coartar sus desarrollos autonómicos.

Todos los grupos, incluido el socialista, abogaron por la adopción de un pacto de Estado o diálogo para proseguir en la profundización del Estado autonómico.

Almunia advirtió sobre el peligro de imponer "ritmos no asumibles por alguna de las partes que harían inviable el propio proceso", y aseguró que antes de llegar a la elevación de los techos de competencias habría que resolver otros problemas, por lo que todos los portavoces entendieron que cuando en 1988 se cumplan los cinco años previstos en la Constitución para las comunidades que fueron por el 143 no podrán de forma inmediata acceder a un mayor autogobierno.

Oferta de diálogo

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El ministro Almunia propuso a las comunidades autónomas históricas, como son Cataluña, Galicia y País Vasco, que todos los traspasos conflictivos sean resueltos por el Tribunal Constitucional, e hizo una oferta de diálogo, reiterado por el portavoz socialista, Jaime Barreiro, a todos los grupos, basada en la necesidad de mantener el actual marco constitucional y estatutario, acuerdo que se extendería para la aprobación de los estatutos para Ceuta y Melilla, para la búsqueda de consenso en materia de financiación y de un procedimiento administrativo común.

Por último, solicitó el acuerdo para "proceder en su momento a la ampliación progresiva de los actuales techos competenciales de las comunidades que utilizaron la vía del artículo 143".

Almunia mantuvo un forcejeo dialéctico con Fernando Castedo, del CDS, para quien el Gobierno hará lo posible para impedir que sean las propias comunidades las que decídan hasta dónde quieren llegar.

Almunia ironizó en su réplica al informar a Castedo que los tiempos de pedir "libertad, amnistía y estatuto de autonomía" ya han pasado. Castedo consideró que el Gobierno va a tender una trampa a autonomías de vía lenta, toda vez que utilizará, a su juicio, las atribuciones que le brinda el artículo 150.2 de la Constitución para otorgar o no determinadas competencias.

El portavoz de CiU, Ramón Trias Fargas, dijo observar en la Administración central "intenciones de erosionar el estatuto de autonomía de Cataluña", y aseguró que en esa comunidad "hay un clima de desconfianza".

Los gestos del presidente

El presidente del Gobierno, Felipe González, permaneció las casi 11 horas de debate parlamentario sentado en su escaño con muestras de diferentes estados de ánimo. La mayor parte del tiempo tomaba notas al hilo de las intervenciones de los portavoces; en otros momentos se le apreciaba sumido en alguna profunda reflexión; otras veces mostraba gestos indicativos de irritación, hilaridad, y, en algunos, aburrimiento. La intervención del presidente de AP, Antonio Hernández Mancha, logró arrancarle algunas sonrisas, sobre todo cuando el líder aliancista solicitaba del presidente de la Cámara, José Federico de Carvajal, reiterados "minutillos" con la promesa de acabar su discurso improvisado. Cuando Carvajal le recordó que los minutos que solicitaba eran muy largos, Hernández Mancha replicó, en tono contestón, que más largas se le habían antojado las dos horas del ministro Almunia.La irritación se reflejó en el rostro de González cuando Hernández Mancha se despidió de la tribuna con alusiones al silencio del presidente en la Cámara, en contraste con la intervención que hoy tendrá en Televisión Española.

González no pudo ocultar gestos de perplejidad ante algunos pasajes del senador de CiU Ramón Trías Fargas. "Los catalanes no queremos ser ciudadanos de segunda" ( ... ). "El tema de la lengua es de vida o muerte" ( ... ). "Si no nos quieren los amigos de este lado del Ebro que lo digan y ya veremos si nos marchamos".

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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