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La misión de la ONU visita a los saharauis de Mauritania

ENVIADO ESPECIALLa misión técnica de la ONU que inspecciona el Sáhara occidental inició ayer sus primeros trabajos de información en territorio mauritano con una visita, a partir de las cinco de la tarde, a Zuerat, localidad minera a 600 kilómetros al noreste de Nuakchot en la que reside una importante colonia de refugiados saharauis. La misión, que viajaba desde El Aaiún en un avión especial suizo, dio un importante rodeo antes de aterrizar en el aeropuerto de Zuerat, con escala técnica en Nuadibu, cuando se esperaba que viajara directamente, ya que no existían problemas meteorológicos ni tampoco riesgo de guerra.

Las causas de la escala técnica en Nuadibu, capital económica de Mauritania, no han sido explicadas, y el régimen de Nuakchot ni siquiera ha anunciado la llegada de la misión de la ONU al país, lo que da una idea del desinterés con que desde aquí se trata la cuestión del Sáhara. El avión tuvo que recorrer unos 1.200 kilómetros y permanecer en vuelo primero más de hora y media entre El Aaiún y Nuadibu, y después otras dos horas entre esta última ciudad y Zuerat, además del tiempo muerto que le supuso la escala técnica. El riesgo de guerra era inexistente, ya que el propio Frente Polisario había anunciado días antes una tregua de varios días.

Pese a que todo lo que con cierne a esta misión parece que se desarrolla en la improvisación más absoluta, la única explicación lógica al rodeo, si se tiene en cuenta que la escala técnica en Nuadibu duró una hora escasa, podría estar centrada en el interés de los funcionarios internacionales, que encabeza el somalí Abdurrahim Fara, secretario general adjunto para asuntos políticos especiales de la ONU, en recoger una información más precisa, a vuelo de pájaro, del problema que representa el muro marroquí para Mauritania. Y también las condiciones en que se encuentra la ciudad de La Güera, que colinda con Nuadibu y que es la única parte del territorio sahariano que desde 1975 administra Nuakchot.

El sexto muro marroquí, acabado la primavera pasada, cierra la única ventana que disponía el Frente Polisario para acceder al océano Atlántico, en concreto la región en la que en septiembre de 1985 se produjo el doble ataque contra el pesquero El Junquito y la patrullera de la Marina de guerra española Tagomago.

Entre el muro y la frontera

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Entre el muro y la frontera mauritana existe una franja o tierra de nadie que en ocasiones dista entre uno y otro lado tan sólo 400 metros. Los mauritanos consideran que las tropas marroquíes suponen un peligro permanente para sus fronteras, puesto que el muro se desarrolla en paralelo a la única línea de ferrocarril que existe en el país, la de Nuadibu-Zuerat, empleada para transportar mineral de hierro. Mauritania vive esencialmente de la pesca, con Nuadibu como base de los negocios y de la logística de los buques, y de sus minas de hierro, concentradas en Zuerat.

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