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Proceso de concentración bancaria

El 'club de los siete' herido de muerte

El presidente del Banesto, Pablo Garnica, pidió a Alfonso Escámez, presidente del Banco Central y anfitrión de las tradicionales comidas de los presidentes de los siete grandes bancos (ocho, si se cuenta al Exterior, también representado), que suspendiera la que estaba previsto que se celebrara hoy, martes, ante la decisión del Bilbao de intentar adquirir un paquete mayoritario del Banesto para ir hacia la creación de un holding financiero que englobara a las dos entidades bajo el control del banco vasco. La petición de Garnica fue atendida inmediatamente por Escámez, ante la certeza de que tampoco iba a asistir el presidente del Bilbao, José Ángel Sánchez Asiaín, y el reconocimiento, por parte de algunos otros presidentes, de que no era el mejor momento para reunirse.La suspensión de la comida, aunque en algunos medios se hable de aplazamiento, representa el reconocimiento de que "ya nunca serán las cosas como hasta ahora" en el selecto club de los presidentes de las principales entidades financieras nacionales privadas, y que lo más probable es que no vuelvan a realizarse en un plazo medio de tiempo.

Más información
El Bilbao presentó ayer su oferta de compra de acciones del Banesto con una prima del 40%

Las heridas que se han abierto en algunas grandes instituciones financieras por la decisión del Bilbao de controlar la mayoría del capital del Banesto para crear un gran conglomerado financiero a nivel internacional son demasiado profundas como para pensar que van a cerrarse de forma inmediata.

Mantener la patronal

Una de estas heridas le ha sido infligida a la patronal del sector, la Asociación Empresarial de Banca (AEB), que en los últimos años había sido el cauce a través del que discurrían las tomas de posición institucional del sector bancario y los intentos de diálogo con la Administración. En la AEB, el peso fundamental lo tenlan los siete grandes bancos privados, y el enfrentamiento interno entre ellos ha provocado que, por primera vez en mucho tiempo, el presidente de la patronal haya enmudecido de forma repentina.La AEB tendrá que desempeñar a partir de ahora el papel de pura patronal del sector, sin poder ir más allá. El papel que deje de jugar podrá ser compensando por una mayor fortaleza del Consejo Superior Bancario, aunque se duda de ello por el fuerte carácter institucional que tiene.

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