La creación de Campsa hace 60 años constituyó un acierto, según su presidente
El rey Juan Carlos presidió ayer la conmemoración del 60 aniversario de la creación del monopolio de petróleos y la fundación de Campsa por José Calvo Sotelo, en un acto académico que contó con las 200 personas más significativas del sector petrolero español y de los ministerios de Industria y Energía y Economía y Hacienda.José Luis Díaz Fernández, presidente de Campsa, calificó de un acierto la fundación de la compañía porque, dijo, permitió crear empresas privadas y públicas fuertes en un área de importancia estratégica para la economía nacional.
Gabriel Tortella Casares, catedrático de Historia Económica, hizo la introducción de¡ acto académico con una descripción histórica de los primeros 20 años del monopolio de petróleos y de los antecedentes que dieron origen a la creación de la empresa. Tortella Casares recordó las presiones políticas y económicas realizadas por las multinacionales de entonce para evitar la creación de esta compañía, que se materializaron en la visita a Madrid del presidente de la compañía angloholandesa Shell en un intento de chanta e al Gobierno de la dictadura de Primo de Rivera para que abandonara la idea.
Presión extranjera
El catedrático, que ha investigado en los archivos de la compañía para descubrir datos inéditos de su historia, reveló una segunda gestión que hizo el presidente de la Shell ante el embajador español en Londres para que el ministro de Hacienda de entonces, Jaime Argüelles, procediera al cierre de la empresa en 1930 a cambio de una atractiva oferta de la Shell para hacerse cargo de los activos y negocios de la Campsa de entonces.Por su parte, el presidente actual de la nueva Campsa, José Luis Díaz Fernández, dijo que la creación fue un acierto pese a que no se cumplieron muchos de los objetivos que tenía en mente Calvo Sotelo. No obstante, señaló que han permitido la formación de fuertes empresas públicas y privadas en el sector del refino que han hecho que el negocio petrolero esté mayoritariamente controlado por intereses nacionales. Resaltó también la capacidad de competitividad que estas empresas tienen de cara a la total integración del sector en la Comunidad Europea, hecho que tendrá lugar en 1992.
