La supresión de las cuotas supondrá la pérdida de 80.000 empleos en la siderurgia europea
La Comisión Europea ha decidido proponer al Consejo de Ministros de Industria comunitario la supresión de las cuotas de producción establecidas para el sector siderúrgico. La propuestacontempla como excepción la continuidad de las cuotas en las actividades le chapa gruesa y perfiles pesados hasta finales de 1990. La continuidad del régimen de cuotas en estas especialidades queda sujeta, no obstante, a que la CE obtenga garantías suficientes, antes del próximo 15 de marzo, de cierres de capacidad productiva por parte de los Gobiernos y empresas del sector.
La decisión se ha producido al cierre de la reunión de la comisión celebrada ayer en Bruselas con el fin de examinar el denominado Informe de los Tres Sabios, constituído por expertos ,del sector sobre política siderúrgica hasta 1990. De acuerdo con lo previsto por el órgano ejecutivo de la CE, la propuesta será analizada por el Consejo de Ministros el próximo día 8.La supresión del régimen de cuotas a mediados del año que viene tendría una considerable incidencia social. El excedente laboral estimado gira en tomo a los 80.000 trabajadores. Ante esta situación, la Comisión recomienda el mantenimiento y actualización de los incentivos financieros para amortiguar las repercusiones sociales y regionales de la medida.
Según el esquema diseñado por Bruselas para la eliminación del actual régimen de protección del mercado, la operación se llevaría a cabo buscando una salida dulce (sortie en douceur) del régimen de cuotas. En la actual situación, la producción de bandas en caliente ha experimentado considerables incrementos de demanda por lo que se considera ya fuera de la situación de crisis manifiesta. El nivel de utilización de la capacidad global de producción gira hoy en día en torno al 75%.
Una 'salida dulce'
Teniendo, pues en cuenta esta recuperación del mercado, la salida dulce pasaría por la aplicación de un calendario de supresión gradual de cuotas, con aumentos acumulativos del 2,5% en la producción durante los dos primeros, trimestres de 1988. La política de cuotas quedaría definitivamente anulada a partir del 1 de julio de 1988.
En relación con los sectores de producción que no estarán sujetos a la apertura (chapa gruesa y perfiles pesados) la Comisión exige la puesta en marcha de programas serios de reducción de capacidades por parte de la industria y los Gobiemos de cada país antes de finales de año y tienen como plazo máximo el 15 de marzo próximo. De acuerdo con las estimaciones barajadas sobre este punto, el nivel de utilización de capacidades se sitúa hoy en día en alrededor de un 58% del total en cada caso.
En consonancia con los cálculos elaborados por la patronal comunitaria del sector, Eurofer, el informe de los expertos cifra el excedente de capacidad en alrededor de 16 millones de toneladas, considerablemente por debajo de las magnitudes de excedente barajadas por la Comisión. La distribución del citado excedente se estima en ocho millones de toneladas en bobinas en caliente, cinco millones en chapa gruesa y los restantes tres millones en perfiles pesados.
Finalmente, la Comisión busca un acuerdo para la integración en esta política de España y Portugal. De acuerdo con los sondeos realizados ante Madrid y Lisboa, la eventual integración total en la política comunitaria conllevaría como contrapartida una serie de ventajas para ambos países, que gozan hasta el 1 de enero de 1989 del período transitorio.
España negocia en la actualidad ante Bruselas la prórroga de la Cláusula de salvaguardia en el sector, así como la aceptación por parte comunitaria de la intervención en una serie de actividades en axceros comunes, especiales y siderúrgia integral.
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