La madre del vagabundo fallecido en Málaga asegura que a su hijo se lo han maltado

Juana Luque, madre de José Antonio Cantó Ruiz, el vagabundo de 49 años que murió el pasado martes en los calabozos de la comisaría de policía de Málaga, maniféstó ayer. "A mi hijo me lo han matado. ¿Pero pan qué voy a revolver? ¿Qué vamos a ganar? Lo mejor es dejarlo como está y que descanse en paz". Por otro lado, un grupo de abogados de Málaga ha decidido ejercer la acción Popular. La decisión fue adoptada ayer tras conocer el auto de juez Hipólito Hernández por el que se decreta el secreto sumarial a la vista de lo actuado y, en especial, del resultado de la autopsia.

José Antonio Cantó, hijo adoptivo de Salvador Cantó Ruiz, que en los años cuarenta fue secretario del juzgado de Casarabonela, en las estribaciones de la serranía de Ronda, será enterrado hoy en el cementerio de Barbate (Cádiz). Su familia realizó ayer los trámites legales para proceder al traslado del cadáver desde el depósito del cementerio malagueño de Campanilla, donde se le practicó la autopsia.El vagabundo fallecido, que tenía sus facultades mentales perturbadas, dio muerte el pasado lunes al policía municipal José Luis Herrera Gálvez, en el momento en que éste procedía a su detención cerca de la residencia sanitaria Carlos Haya, de Málaga, después de que el mendigo efectuara varios disparos al aire con una escopeta de aire comprimido.

Testigos presenciales coinciden en que Cantó recibió numerosos golpes en el momento de ser reducido y esposado a un somier que había en una sucia vivienda donde vivía. Es posible que se produjera una herida incisa en el vientre al ,caer contra el ángulo metálico del somier, lo que hizo que posteriormente tuviese que administrársele una inyección antitetánica.

Heridas leves

En dicho centro médico fue atendido de una herido incisocontusa en la región parietal, labio superior y hemiabdomen izquierdo, además de erosiones en la mandíbula y en la frente. Se le limpiaron y suturaron las heridas y fue dado de alta por considerar que éstas eran leves.Tras ser dado de alta, el homicidia fue trasladado a la comisaría, donde falleció en la madrugada del pasado martes, cuando bebía un baso de agua, según la versión oficial. Un alto mando policial aseguró a EL PAIS que Cantó no había sido sometido a interrogatorio en el momento de fallecer y que ni siquiera, se habían empezado a tramitar las oportunas diligencias. El mismo funcionario aseguró que el detenido no había sufrido la menor tortura durante las horas que duró su detención.

Cantó Ruiz, ex legionario e hijo de El Zanca, un hombre que se echó al monte durante la guerra civil para evitar ir al frente, nació en plena sierra de Gibralgalia. Nada más venir al mundo, sus padres se lo entregaron al cortijero Cristóbal Gallego. Éste trasladó al bebé al juzgado de Casarabonela, cuyo secretario le adoptó. Dicho secretario, que murió hace años, es aún recordado en el pueblo fundamentalmente por una pronunciada joroba.

Por otro lado, el grupo de abogados que ejercerá la acción popular está integrado exclusivamente por abogados, aunque es muy probable que se unan representantes de colectivos y asociaciones ciudadanas y de algún partido político, informa José A. Frías.

El principal motivo que ha empujado a estos abogados a ejercer la acción popular en el caso es, según uno de los letrados del grupo, "el hecho brutal de que se detenga a una persona y que horas después muera en la comisaría".