Austria quiere despedirse con dignidad derrotando a Rumanía en el Prater

Branko Eisner, seleccionador austriaco de fútbol que hoy dejará vacante ese puesto, desea despedirse del cargo con un triunfo sobre Rumanía, que necesita una victoria para lograr el primer puesto del grupo I de la fase clasificatoria de la Eurocopa. Sevilla y Viena (Prater Stadion) serán escenario hoy a la misma hora (20.00) de la última jornada de esta fase. Los austriacos, desahuciados, desean despedirse con dignidad, y quieren ayudar a España.

Viena se está preparando para el invierno. Hace frío y la ciudad empieza a adornarse para las fiestas navideñas. Los austriacos se han concentrado en un céntrico hotel, mientras los rumanos han huido a las afueras. Unos y otros aseguran que van a ganar. A nadie parece interesarle el empate. Lógico. A España, sin embargo, le encantaría. Lógico también. Elsner ha puesto la primera piedra de una rejuvenecida selección, que piensa ya en el Mundial de 1990, hasta donde quieren llegar los dos únicos veteranos que le quedan al grupo: Bruno Pezzey (32 años y 83 veces internacional) y el recuperado Walter Schachrier (30 y 61). Jenei lo tiene más fácil. Le basta coger 10 jugadores del Steaua y cuatro del Dinamo.Los medios de comunicación y, curiosamente, los expedicionarios rumanos, hablan de "la gran venganza". Los hay que suavizan el término y simplemente dicen "desquite". El 4-0 que Rumanía infringió a Austria (10 de septiembre pasado) quedó grabado en la mente de todos los austriacos. Por ejemplo, Schachrier no ha vuelto a la selección desde aquella noche. Hoy formará junto a los jóvenes Rodax (22) y Polster (23), que intenta hacerse con la herencia del ex azulgrana Hansi Krankl, máximo goleador de Austria. Schachrier, que se ha mostrado en gran forma con el Avelino en Italia, vuelve con mucha marcha, tanta que quiere jugar con Austria el Mundial-90.

Y marcha es lo que espera el seleccionador rumano para los primeros minutos de partido. "Sé que nos están esperando con ganas de venganza", comentaba ayer Jenei, en el hall del Tourotel de Viena, minutos antes de sentarse a comer. Jenei sabe que cuenta con +7 en la diferencia de goles con España "pero en Sevilla -conozco bien aquel ambiente- es posible todo, aunque Albania no es Malta". El técnico rumano, que volverá a confiar ciegamente en el esquema del Steaua -Iovan, Bumbescu' Belodedici, Ungureanu, Boloni, Hagi, Lacatus y Piturca-, dice: "Saltaremos al césped del Prater conscientes de que España ya gana por 1-0".

Ilusión austriaca

Elsner, que se hizo cargo de la selección el 15 de enero de 1985, está más tranquilo, pero tiene tantas ansias de victoria como sus rivales. "Tenemos que ofrecer un bello triunfo a nuestros seguidores que, aunque saben que estamos preparando una selección para el futuro, quieren vemos despedirnos de esta competición con profesionalidad". Ton¡ Polster, a quien aquí denominan, junto a Schachner, los legionarios italianos, defiende la misma tesis que su seleccionador. "No necesitamos motivaciones suplementarias para intentar ganar este partido. Debemos hacerlo por Austria y punto".Alineaciones probables:

Austria: Lindenberger; Zsak, Pezzey, Brauneder ' Frind; Ogris, Willfurth, Baumeister; Rodax, Polster y Schachner.

Rumanía: Lung; Iovan, Bumbescu, Belodedici, Ungureanu; Mateut, Boloni, Hagi, Klein; Lacatus y Piturca.

Arbitro: Lo Bello, de Italia.