Transexualismo y femineidad
Quiero replicar a la carta El cura transexual, publicada por Núria Coll el pasado 25 de octubre en este periódico. Su autora demuestra una falta de sensibilidad y respeto hacia los transexuales, olvidando que son personas con los mismos derechos y deseos de felicidad que cualquier ser humano. Pero eso no es todo. Su definición de la mujer es realmente desafortunada, ya que si bien denuncia atinadamente a quienes consideran la mujer sólo como poseedora de vagina, propone, por contra, tener en cuenta el útero y los ovarios como la esencia de la femineidad. Con ello se cometen por lo menos, tres importantes errores: 1) la nueva definición solamente supone cambiar los genitales externos por los internos como garantía de la auténtica femineidad, con lo cual la execrable simplificación sigue existiendo; 2) niega la posibilidad de femineidad a aquellas mujeres que, por causas médicas, han tenido que sufrir la extirpación de dichos órganos; 3) no prevé los avances de la ciencia y la posibilidad de implantarlos (de donantes o artificiales) tanto a transexuales como a mujeres que los tuviesen dañados- Gerona.