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Crecen las demandas en Europa para que la CE se ocupe de defensa

La firma inminente de un acuerdo sobre la eliminación de Europa de los misiles nucleares de alcance intermedio suscita entre sus responsables políticos más optimistas la esperanza del inicio de una nueva era en las relaciones con el Este, y el deseo de que la CE se ocupe de cuestiones de defensa. Otros hacen hincapié en la necesidad de colmar las brechas abiertas en la seguridad europea.

Estas reflexiones contradictorias fueron hechas por los participantes en un coloquio sobre la Comunidad y la seguridad organizado a finales de la semana pasada por el Comité de Acción Altiero Spinelli, un comisario impulsor de la unión europea fallecido en 1986. La mayoría de los oradores expresó el deseo de que la CE amplie su campo y entre a ocuparse de temas de defensa.En la categoría de personalidades optimistas se sitúa, por ejemplo, el ex primer ministro italiano Bettino Craxi, que aseguró "no ver en el horizonte (...) ninguna amenaza" y que, por tanto, "no cree que la cosa más sabia que podamos hacer sea tomar aceleradamente medidas de rearme".

En el otro bando se sitúan, entre otros, la ex presidenta francesa del Parlamento Europeo Simone Veil y el ministro belga de Exteriores, Leo Tindemans, que se preguntó "durante cuánto tiempo más 320 millones de europeos podrán pedir ayuda a 240 millones de norteamericanos para ser defendidos". Tindemans concluyó que "Europa deberá ahora estar dispuesta a llevar a cabo mayores esfuerzos para garantizar su propia seguridad".

El gasto militar

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Los esfuerzos solicitados por Tindemans y otros oradores resultan a primera vista obstaculizados por dos problemas. El primero, resaltado por David Greenwood, director del Centro de Estudios de la Defensa de Aberdeen, es la tendencia a reducir el gasto militar dado el aumento constante del coste del material bélico, y el segundo, deplorado por el decano de la universidad de Estrasburgo, Jean Paul Jacqué, es la carencia de un foro adecuado para desarrollarlos.

El presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, lamentó que los jefes de Estado y de Gobierno de la CE hayan desoído su consejo sobre la necesidad de celebrar una cumbre dedicada a la cuestión de los INF, y abundando en el mismo sentido, oradores como Jacqué, el catedrático francés Pierre Hasnner y el diplomático español Carlos Miranda abogaron porque la Comunidad se convierta en el foro europeo sobre defensa, sustituyendo de facto a la Unión de Europa Occidental (UEO).

A pesar de este relativo consenso sobre el papel de la CE, Rafael Bardají, director del consulting español Centro de Estudios Estratégicos, resaltó la contradicción entre las quejas formuladas sobre la relación desigual entre Europa y EE UU en la OTAN y la timidez a la hora de proponer alternativas, y lamentó, además, el "carácter vago del debate", en el que los participantes "se resisten, por ejemplo, a hablar concretamente del papel de las armas nucleares".

En cuanto a Miranda, director general de Seguridad y Desarme en Asuntos Exteriores, utilizó también el coloquio para explicar la nueva aportación española a la defensa del viejo continente, y a propósito de su intención de ingresar en la UEO estimó que la plataforma recién aprobada por los siete países que la integran no excluye a España, partidaria de la disuasión nuclear, aunque no a partir de su territorio.

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