Confusión en Italia sobre los referendos que se votan hoy
Cerca de 46 millones de italianos tienen una convocatoria con las urnas a partir de hoy y hasta mañana a las dos de la tarde para votar cinco referendos sobre los que existe una gran confusión. Ugo Stile, director del diario Corriere della Sera, los definió ayer como "un increíble laberinto".
De los cinco referendos promovidos por socialistas, radicales y liberales, tres se relacionan con la energía nuclear y dos con la justicia, pero para comprender su sentido los ciudadanos hubiesen necesitado, explican los observadores, "un curso de universidad".Los tres que se refieren a la cuesión nuclear no significan un sí o un no a la cuestión nuclear en Italia, aunque de hecho, mucha gente acabará por entenderlo así. Se trata sólo de abolir algunas normas actuales que se refieren a quién tiene o no el derecho de imponer la instalación de una central nuclear eb un lugar determinado; si son las regiones o los ayuntamientos los que aceptan que se construya una central nuclear en su territorio, la posibilidad de recibir una ayuda especial del Estado, y, por último, si el ENEL -el organismo estatal responsable de la energía- puede o no participar en la construcción de centrales nucleares en otros países.
Pero, el hecho de que los referendos, como todos en este país, sean sólo derogadores de una norma ya existente, significa que aún en el caso de que los promotores de éstos ganen la batalla, el Parlamento tendrá que elaborar más tarde una ley sobre todo el problema energético.
Aunque psicológicamente, si gana el sí será una indicación de que Italia está más bien en contra de una ampliación de la energía nuclear.
Los dos referendos sobre la justcia son aún más complejos. El primero trata de cambiar la actual ley sobre la misión de la comisión parlamentaria que debe pronunciarse respecto a una, acusación por parte de la Magistratura a algún ministro sin que la discusión del caso pase al Parlamento, o enterrarla para siempre. Hasta ahora, de los más de mil casos presentados a esa comisión sólo seis fueron llevados, al Parlamento, y éste sólo dos veces dio permiso para que un ministro fuese juzgado. Se trató del democristiano Guy y del socialdemócrata Tanassi; de ellos, sólo este último fue condenado y encarcelado.
Pero la consulta más peliaguda, ampliamente debatida en la Prensa, y que ha dividido a republicanos y socialistas, es la de la "responsabilidad civil" de los jueces cuando se equivocan no sólo de mala fe, sino también por error, ya que también los partidarios del no están de acuerdo en que deben ser derogadas las viejas leyes fascistas sobre el tema.
