Los pactos políticos garantizan la elección de Antonio Gutiérrez

El acuerdo programático entre el Partido Comunista de España (PCE) y el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) para lograr la gobernabilidad de Comisiones Obreras (CC OO) garantiza la elección de Antonio Gutiérrez como secretario general del sindicato en el IV Congreso Confederal, que se celebrará en Madrid entre los días 18 y 21 de noviembre. Gutiérrez es, de momento, el único candidato a la sucesión de Marcelino Camacho como máximo dirigente de CC OO, quien no se presenta a la reelección y pasará a ocupar la presidencia del sindicato, un puesto de nueva creación.

El sector mayoritario de CC OO que salió del anterior congreso -formado por los miembros del PCE, corriente socialista autogestionaria e independiente- se ha visto reforzado en los últimos meses con el apoyo de los prosoviéticos del PCTE y Euskadiko Esquerra. Esta alianza sindical se da como consecuencia lógica a la constitución de Izquierda Unida en el plano político. Las previsiones indican que Antonio Gutiérrez puede salir elegido con más votos que los obtenidos por Marcelino Camacho en el III Congreso -el 65%-.La nueva mayoría espera obtener un apoyo del 75% de los delegados, lo que significa 40 puestos de los 51 con que contará la nueva comisión ejecutiva. El pacto logrado incluye también el voto positivo del sector prosoviético al informe del actual secretario general, Marcelino Camacho, quien ya ha hecho público que no se presenta a la reelección y pasará a ocupar la presidencia del sindicato, un puesto de nueva creación.

En el III Congreso, la lista a la ejecutiva presentada por los camachistas obtuvo un apoyo del 52% de los delegados y la candidatura de los hombres de Julián Ariza, el 28%. Tras el proceso precongresual, los datos indican que los carrillistas pueden ver reducida su representatividad a 175 delegados (el 18%), lo que le permitirá contar con 9 puestos en la ejecutiva confederal.

Lista 'unitaria'

Desde una posición de mayoría absoluta, la intención de Antonio Gutiérrez es hacer "una oferta generosa" para presentar una candidatura unitaria en el próximo congreso aunque no parece que su propuesta prospere.Ya en el III Congreso celebrado en 1984 se presentaron cuatro listas y en esta ocasión es previsible que haya tres candidaturas a la ejecutiva, una que englobe a los representantes de la nueva mayoría, la integrada por los seguidores de Santiago Carrillo y la formada por miembros del Movimiento Comunista y la Liga Comunista Revolucionaria (MCLCR).

Julián Ariza asegura que su intención no es mantener una lucha por el poder, dado que el IV Congreso Confederal "está cantado" desde que se inició la elaboración del reglamento y da por hecho que la sensibilidad camachista va a obtener un respaldo del 75% de los delegados. En su opinión, "la cuestión de fondo es partidista" y denuncia que no se haya producido un auténtico debate sindical.

Este dirigente aporta un dato significativo: el 95% de los afiliados de Comisiones Obreras no tiene carné de partido y sin embargo más del 95% de los delegados al Congreso si lo posee. Julián Ariza no tiene intención de presentarse como candidato a la secretaría general de Comisiones Obreras. Sí ha preparado un contrainforme al de Marcelino Camacho que puede tener dificultades en defender ante el congreso.

La dirección del sindicato estima que sólo debe haber un informe y Ariza podrá defender sus tesis cuando las delegaciones presentan las enmiendas.

El proceso precongresual se está desarrollando con enormes tensiones entre los dos sectores enfrentados, como ya ocurrió en 1984, al celebrarse el III Congreso tras producirse la ruptura del PCE y la salida de un grupo aglutinado en torno a Santiago Carrillo, que forman posteriormente el Partido de los Trabajadores de España-Unidad Comunista.