Huelga en el museo
Los trabajadores del madrileño Museo del Prado iniciaron el pasado 13 de octubre una huelga intermitente de la que este diario ha informado con amplitud (ver EL PAÍS de los días 14, 20, 21, 28 y 29 de octubre); no obstante, el comité de empresa del citado museo considera que a los lectores se les han evitado algunos datos que ellos ofrecieron a una redactora de la sección de Cultura, Ángeles García, y posteriormente no fueron publicados. Ángeles García reconoce que, efectivamente, mantuvo una amplia conversación con los representantes de los trabajadores: "Es cierto que me fue encargado un reportaje sobre la conflictividad que vive el Museo del Prado. Para ello mantuve entrevistas con el comité de empresa, el director, el gerente y dos conservadores. El texto, de 147 líneas, con todas las opiniones recogidas, fue entregado al responsable de la sección, quien consideró oportuno publicar una información puntual en lugar del mencionado reportaje". Por su parte, el jefe de la sección de Cultura y Espectáculos, José Miguel Larraya, estima que no tiene que dar ninguna explicación sobre lo publicado en relación con esta huelga.En la reunión que mantuvieron varios representantes del comité de empresa con el ombudsman y en la posterior nota que enviaron, con fecha 22 de octubre, puntualizan "la diferencia salarial que hay entre un nivel 26 de un funcionario de la Administración, y un nivel 1 de un laboral, que puede ser equivalente; nuestro titulado superior (nivel 1) cobra 124.000 pesetas mensuales, y su equivalente, el nivel 26, en el museo está cobrando 107.194 de sueldo base, 67.839 de complemento de destino, 62.583 de complemento específico y 35.000 de productividad, lo cual hace un total de 272.616 pesetas mensuales. Ahí podemos ver la gran diferencia que nos separa (...). Otro motivo económico es la diferencia que supone la subida del 5% entre algunos funcionarios y laborales: mientras que para algún funcionario el aumento porcentual es de 17.000 pesetas más 40.000 de productividad, los laborales nos tenemos que conformar con una subida media de 3.500 pesetas mensuales (...). También nos quejamos del trato discriminatorio entre funcionarios y laborales en lo referente a puestos de responsabilidad, pues éstos sólo son ocupados por personal funcionario cuando los laborales somos el 85% de la plantilla del museo".
Por último, los representantes de los trabajadores quieren aclarar un error aparecido en la información del pasado 21 de octubre, firmada "EL PAÍS, Madrid" y titulada."El Prado volvió a cerrar por la huelga de los trabajadores", en la que se afirmaba: "A lo largo del día de ayer, el comité de empresa, en el que ninguna central sindical tiene la mayoría, mantuvo varias reuniones con el director del centro, Alfonso Pérez Sánchez, y el gerente del mismo, Agustín Martín Fernández. El jefe de gabinete del subsecretario de Cultura, Luis Díez, actuó como mediador en estas entrevistas". Esta noticia, según el comité de empresa, no es cierta. Y subrayan: "Que quede claro que el director nunca se reunió conjuntamente con nosotros, el gerente, el jefe de personal, ni con Luis Díez, jefe del gabinete del subsecretario de Cultura".
Errores históricos
"Modesto caos" es un pasatiempo que aparece en las páginas amarillas de El País Semanal. En el número del pasado domingo 25 de octubre se publicaba un cuadro con los nombres de reinas, hijas de reyes y casadas con otros monarcas. "Con un poco de memoria y bastante perspicacia", el autor, que firma MT, invitaba a resolver el caos. En las soluciones, dadas en páginas posteriores, el inevitable y reparón lector Armando López Carrasco ha encontrado dos errores históricos: "María Teresa, reina de España e hija del duque de Parma, estuvo casada con Carlos IV. Ésta es la solución que se nos da para la primera línea. Sin embargo, todos sabemos que la esposa de Carlos IV se llamaba María Luisa, y en la historia es conocida como María Luisa de Parma. María de Brabante, reina de Francia e hija de Enrique III de Francia, estuvo casada con Felipe III el Atrevido. Ésta es la solución que se nos da para la segunda línea. Pero no es así; Enrique III de Francia no pudo ser nunca padre de María de Brabante, puesto que vivió dos siglos y pico después del fallecimiento de María. El autor de los días de esta dama fue Enrique III, duque de Brabante".El primer error se debe a que el nombre completo de María Luisa de Parma era María Luisa Teresa de Parma, si bien su nombre ha sido reflejado por los historiadores como María Luisa de Parma.
El Che en el Congo
En la sección de Internacional del pasado día 9 de octubre se publicaba una breve noticia a dos columnas titulada "Cuba reconoce que el Che Guevara combatió en el Congo en 1965", recogida desde La Habana, firmada por "Agencias", y en la que textualmente se afirmaba: "Cuba reconoció ayer por primera vez que Ernesto Che Guevara viajó en 1965 a lo que entonces era el Congo-Kinshasa (hoy Zaire) para apoyar a los rebeldes izquierdistas en la guerra civil de este país centroafricano". Al parecer, la noticia se había difundido en un documental de la televisión cubana emitido con motivo del 20º aniversario de la muerte del Che.Un lector, José Ramón Merino, escribe desde Madrid para indicarnos que no es la primera vez que se reconoce que el Che combatió en el Congo: "Esto es falso. El jefe del Estado cubano, Fidel Castro, en el libro-entrevista de Frei Betto Fidel y la religión (La Habana, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, 1985, página 375), expone cómo Guevara luchó junto a los seguidores de Patricio Lumumba en el Congo y después pasó a Tanzania. La publicación es oficial del Gobierno de Cuba". Consultado el subjefe de la sección de Internacional, Luis Matías, reconoce la razón que le asiste al lector: "No dudo en absoluto que el lector tenga razón, sobre todo habida cuenta de la fuente que cita. En la sección se utilizaron varios cables, entre ellos el de la agencia Reuter, que adjunto, en el que se dice claramente "for the first time" [por primera vez]. Es fácil de comprender que si comprobáramos cada dato de cada noticia no podríamos dar más de cuatro al día".
Por otra parte, Rosa Montero lo había contado días antes (ver EL PAÍS del domingo del 4 de octubre de 1987) en un amplio reportaje publicado sobre el Che, titulado "Fue hace 20 años", en uno de cuyos párrafos se decía: "Porque el Che desapareció a finales de marzo de 1965. No se volvió a saber públicamente de él hasta el 3 de octubre, fecha en que Fidel leyó la famosa última carta del Che ante una multitud boquiabierta: 'Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos...'. Por aquel entonces -eso se supo mucho después- Guevara estaba en el Congo...".
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