Obras Públicas, Generalitat y Ayuntamiento firman los convenios para financiar los cinturones de ronda de Barcelona

El ministro de Obras Públicas y Urbanismo, Javier Sáenz Cosculluela; el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, firmaron ayer los convenios de financiación de los cinturones de Ronda y del Litoral, la red de circunvalación de la capital catalana diseñada en los años setenta, cuyas obras se han retrasado considerablemente durante cerca de una década por falta de financiación. Los trabajos, que deben concluirse antes de la cita olímpica de 1992, han sufrido un considerable retraso adicional por enfrentamientos políticos entre la Generalitat y el Ayuntamiento.

La construcción de lo que resta del anillo viario, que costará 66.206 millones de pesetas, aliviará de forma sensible la circulación por el centro de Barcelona y facilitará las entradas y salidas de la ciudad. Los grandes ejes del tráfico, que son la calle Aragón, la Gran Vía, la Diagonal y la Meridiana perderán buena parte de su volúmen de vehículos, pues todo aquel que desee evitar el centro de la ciudad podrá efectuar con comodidad una circunvalación externa.En el Palau de la Generalitat, Sáenz Cosculluela y Maragall firmaron un primer convenio sobre la financiación de lo que resta del cinturón del Litoral, para lo cual el MOPU aportará 24. 100 millones de pesetas. En su conjunto, consistirá en una vía rápida paralela al frente marítimo de la ciudad, remontando luego el río Besòs para acabar conectada con la autopista que arranca en dirección a las cercanas localidades de Sabadell y Terrassa, y con la autopista de Gerona, Costa Brava y la frontera de La Jonquera. La mitad de este cinturón, que desde la autopista procedente de Lérida y Tarragona permite canalizar el tráfico hasta el puerto, ha sido concluida recientemente con financiación del MOPU.

El Ayuntamiento y la Corporación Metropolitana (CMB) asumirán los 18.506 millones de pesetas que costarán las expropiaciones de terrenos y los traslados de servicios afectados por el cinturón del litoral.

Pujol y Maragall firmaron instantes después otro convenio, por el que la Generalitat se compromete a invertir 15.600 millones de pesetas en la construcción de uno de los tramos pendientes del segundo cinturón de Ronda. Esta vía, que rodea la ciudad por la parte de montaña, conectará las autopistas de Sabadell y Gerona, que llegan por el norte, con la salida de la ciudad por la avenida de la Diagonal, en dirección a Lérida, Madrid y Tarragona. Un tramo importante de este cinturón -el que debe unir la Diagonal con el cinturón del Litoral, valorado en unos 6.800 millones y que cerrará totalmente el anillo en tomo a Barcelona- ha quedado fuera del convenio al alegar la Generalitat falta dinero para abordarlo antes de 1992.

El retraso en el acuerdo de financiación de esta obra, que debía haberse firmado antes de que Barcelona fuera designada sede olímpica, se ha debido en buena medida a la oposición frontal de la Generalitat a que participara en el convenio la Corporación Metropolitana, una entidad que debe desaparecer después de que Convergència le declarara una guerra a muerte por considerar que era utilizada por el alcalde de Barcelona como un instrumento político socialista de contrapeso a la Generalitat.

La CMB acabará financiando, sin embargo, los costes de las expropiaciones y el traslado de los servicios -unos 5.000 millones de pesetas que se incluyen en los 18.506 previstos por ese concepto en el cinturón del Litoral- que resulten afectados fuera del estricto término municipal de Barcelona.

El convenio entre este ente metropolitano, que preside Pasqual Maragall, y el MOPU tuvo que firmarse, por expreso deseo de la Generalitat, fuera del palacio de la Administración autonómica. Se hizo en el Palacete Albéniz, de propiedad municipal.