Un motín de presos causa cuatro muertes durante una frustrada jornada de protesta en Panamá
Tropas de las Fuerzas de Defensa ocuparon ayer el centro de la capital panameña e impidieron la realización de una concentración masiva convocada por la opositora Cruzada Civilista que, según las autoridades, tenía como fin "subvertir el orden público y desestabilizar el Gobierno del presidente Eric Delvalle". Ciudad de Panamá permaneció ayer semidesierta, con la mayoría del comercio y la industria cerrados en apoyo a la frustrada protesta. Las escuelas y las universidades públicas y privadas suspendieron también sus actividades por razones de seguridad.La jornada comenzó trágicamente con la muerte de cuatro delincuentes en un amotinamiento dentro de un autobús militar que trasladaba presos comunes desde la Cárcel Modelo hacia otro penal en la isla de Coiba, en la costa del Pacífico. Los presos eran trasladados para desocupar las celdas y tenerlas dispuestas para recibir a los detenidos de la manifestación prevista para ayer. Cuando el autobús transitaba por Santiago, 250 kilómetros al occidente de esta capital, un grupo de delincuentes arrebataron a sus custodios dos fusiles y comenzaron a disparar. En el tiroteo resultaron cuatro reclusos muertos y 18 heridos, cuatro de ellos policías, según un informe oficial. Aunque el jefe de la policía, coronel Leónidas Macías, no habló de fugas, medios de Prensa dijeron que 18 presos lograron huir.
La jornada de ayer, convocada desde principio de octubre por el conglomerado opositor Cruzada Civilista, había sido calificada por fuentes opositoras como "el principio del fin de la dictadura de Noriega". En los días previos, el Ejército allanó varias sedes políticas, entre ellas la del partido Acción Popular, detuvo a más de 17 dirigentes opositores, expulsó a varios ciudadanos extranjeros y denunció la existencia de supuestos planes subversivos.
Un consejo de ministros reunido de urgencia pidió mediante un decreto a la fuerza pública que impidiera la celebración de la manifestación, que se realizaría en los alrededores de la céntrica iglesia del Carmen, al considerar que en la misma se hacía apología del derrocamiento del Gobierno y que se atentaría contra las instituciones constitucionalmente establecidas. El Ejército comenzó a realizar desde principios de semana distintos controles en el interior del país con el fin de que los manifestantes opositores no pudieran trasladarse hacia la capital.
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