El acuerdo de los partidos vascos desbloquea el desarrollo del Estatuto

El acuerdo unánime adoptado el viernes por el Parlamento vasco -mediante el cual se solicita la sustitución progresiva de los Cuerpos de Seguridad del Estado por la policía autonómica y se define a ésta como "una policía integral", implicada en la lucha contra "todas las formas de delincuencia"- ofrece la posibilidad de desbloquear el desarrollo estatutario, por un lado, y de llegar a un consenso sobre la lucha contra el terrorismo, según indican fuentes políticas vascas.Una y otra cuestión constituyen los ejes reales de la política vasca de los últimos años, y la falta de entendendimiento sobre estos temas, estrechamente conectados en los planteamientos de los partidos, explica la sensación de estancamiento que refleja desde hace tiempo la vida institucional vasca.

El acuerdo abre la posibilidad de una mayor implicación de la Ertzaintza (Policía Autónoma) en la lucha contra ETA. Y aísla los planteamientos de Herri Batasuna y de ETA Militar al impulsar una dinámica opuesta y sustitutiva a la vez de la alternativa KAS.

[Esta alternativa que elaboró la Koordinadora Abertzale Sozialista (KAS) y que defiende ETA incluye la salida del País Vasco de las fuerzas de orden público estatales, la incorporación de Navarra y la amnistía para los presos, así como la autodeterminación de Euskadi].

Con su acuerdo del pasado viernes, el Parlamento autónomo recupera su protagonismo como impulsor de la dinámica política y abre el camino de un consenso más amplio, indican esas fuentes.

Precisamente la falta de acuerdo sobre los grandes problemas de Euskadi ha lastrado de manera determinante los comportamientos y las reacciones de los ciudadanos vascos. No es exagerado decir que la permanente división, la ausencia de un mínimo consenso más allá del estatuto de autonomía -cuestionado en ocasiones por las propias fuerzas democráticas que lo votaron-, explica, en buena medida, la inhibición de los vascos ante la violencia terrorista y el clima de permanente provisionalidad política. Una situación del desgaste institucional y del deterioro político que ha favorecido las tesis de aquéllos que plantean como superación del actual estado de cosas la negociación entre ETA Militar y los poderes reales del Estado.

La novedad del consenso

La voluntad de consenso mostrada por Alianza Popular, Centro Democrático y Social, Partido Nacionalista Vasco, PSE-PSOE, Euskadiko Ezkerra y Eusko Alkatasuna es una novedad en la vida política vasca, aun contando con las previsibles dificultades que el acuerdo puede encontrar en la Junta de Seguridad del País Vasco en el momento de plasmarse en un programa y un calendario concretos.

La idea, fortalecida de manera determinante tras la última ofensiva policial francesa, de que el final de ETA Militar puede ser una cuestión más de años que de décadas facilita la consecución de un acuerdo, opinan los referidos informantes.

En sus intervenciones del pasado viernes, los socialistas vascos subrayaron el apartado del acuerdo que se refiere a la coordinación entre la Policía Autónoma y las diferentes fuerzas y cuerpos de seguridad. Los portavoces de distintos partidos nacionalistas criticaron los planteamientos sustentados con anterioridad por dirigentes socialistas que condicionaron el despliegue de la Ertzaintza a la implicación de ésta en la lucha antiterrorista, y destacaron que la sustitución de las fuerzas de seguridad estatales corresponde al Gobierno del País Vasco, tal y como aparece en el artículo 17 del estatuto de autonomía.

Iñaki Esnaola, miembro de la ejecutiva de Herri Batasuna, afirmó recientemente que la implicación de la Ertzaintza en la lucha contra ETA sería un "inmenso error" del PNV. "Tendría unas consecuencias lógicas graves", indicó, "ya que si ETA no actúa contra la Ertzaintza es porque ésta no lo hace contra ella".