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La inextinguible sombra de 'Nessie'

Concluye sin éxito la más importante expedición en busca del monstruo del lago Ness

La mayor operación científica llevada a cabo en el lago Ness (Escocia) concluyó ayer sin encontrar pistas fiables sobre la existencia del misterioso monstruo, pero sin destruir la leyenda que envuelve a Nessie. Dos docenas de lanchas provistas de lo último en la tecnología del sonar sólo pudieron ofrecer algún contacto con algo "grande y que se mueve", según la expedición científica, que ha costado un millón de libras (200 millones de pesetas).

La operación Deepscan (escrutinio en profundidad) tiene otros objetivos científicos, pero en su vertiente más espectacular finalizó ayer sin arrojar luz sobre las profundas aguas del lago Ness capaz de desvelar el misterio que rodea a Nessie, presuntamente fotografiado hace más de medio siglo por un médico en la que hasta ahora es la más evidente muestra de la corporeidad del mito.Durante tres días, 24 lanchas dotadas de los más avanzados sonar, vídeos y equipo electrónico barrieron el lago escocés, que, con sus 37 kilómetros de longitud, 1,68 kilómetros de anchura promedio y una profundidad que llega a los 220 metros, es la mayor masa de agua dulce del Reino Unido.

A 200 metros de profundidad

Lo más que logró el grupo de 60 personas encabezado por Adrian Shine -a sus 37 años, un veterano con casi tres lustros de estudio de los lagos escoceses es detectar a 200 metros de profundidad, en la bahía existente ante las ruinas del castillo de Urquhart, algo que se movió. "Si es un pez, es el mayor del que se tiene noticia en el lago Ness", comentó Shine. Pero, por muy esperanzador que fuera el contacto para otros miembros de la expedición -alguien dijo que la señal era equivalente a la que podría dar un gran tiburón-, Shine mantuvo la cabeza fría."El contacto que obtuvimos era mucho más fuerte que los que habíamos captado antes, pero parecido a los que conseguí con equipo sonar en 1982".

Shine, que dice estar "interesado en hechos, no en mitos", lleva estudiando el lago Ness desde la pasada década, en la que la fotografia submarina y el vídeo sustituyeron a las grandes cámaras y a la observación superficial de los años sesenta.

Incluso ya entonces se recurrió a un rudimentario sonar, que envía ondas cuyo eco recoge y puede transformar en imágenes. Un modelo con lo último en esta tecnología es el que se ha empleado durante estos días en Escocia, aunque no ha podido con el inescrutable Nessie.

Las apuestas estaban 250 a 1 a que no se encontraría nada, y el resultado final ha sido sentido con alivio por William Hill, quien iba a perder 200 millones de pesetas si se identificaba sin género de dudas al monstruo.

La operación Deepscan ha sido una bendición para la industria hotelera local, desbordada por los curiosos y por los equipos de televisión llegados de los cuatro puntos cardinales. Para el director del Museo del Monstruo del Lago Ness, Tony Harmsworth, el fracaso de la búsqueda no significa nada. El que no se haya encontrado a Nessie "no significa necesariamente que no hay monstruo", dice. "Lo que significa es que está durmiendo" en cualquiera de las múltiples cuevas que existen en el fondo del lago.

De hecho, el propio Shine había declarado a los periodistas poco antes de concluir la expedición sus dudas respecto a la posibilidad de que sus investigaciones en el lago pudieran añadir algo a la leyenda creada por la Prensa. En el lado prosaico de la investigación, los datos recogidos durante los ,10 días que, en total, va a durar la operación servirán para incrementar el conocimiento de la fauna abisal del lago, conseguir planos de las profundidades, documentar la distribución de los peces y conocer mejor la temperatura en zonas no superficiales. De este modo se podrá callar a Stewart Campbell, autor de El monstruo del lago Ness. La evidencia, para quien la búsqueda de Nessie era una pérdida de tiempo.

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