Del Corral terminó de aburrir al Ram Joventut
El Ram Joventut jugó con cierto hastío y terminó olvidándose del partido. Hastiados acabaron Meriweather y Johnson de luchar contra el imperio que Romay montó bajo la canasta; aburrido acabó Jofresa de soportar a Llorente, primero, y Corbalán, después; un poco hartos estaban Villacampa y Margall de Alexis y Biriukov. Harto estaba el equipo como para que encima llegara Del Corral, se arremangara la camiseta en la cintura, y se despachara con carrerones, tapones, entradas y algún que otro sopapo. Cuando les vino encima tremenda sobredosis, el Joventut se desequilibró instantáneamente. En cualquier caso, habían llegado al Palacio un poco hartos ya.Y es que el Joventut no está en un momento de radiante frescura, no se ve a sus hombres moviendo la pelota con descaro, ni lanzando con seguridad, ni a su pareja de americanos convenientemente ajustada. En situación de presumible interinidad -parece que esperan que les llegue la forma- no estaban para soportar partidos excesivamente correosos. Y eso es lo que el Madrid sí estaba dispuesto a ofrecer; de ahí la diferencia de 13 personales entre uno y otro equipo y la distancia, amplia, final del marcador. El Joventut cayó por la fuerza de la ley, como quien dice, y ni siquiera quiso entrar en una solución anticrisis, la de aplicarse en ser un poco más miserable defendiendo con saña.
Pero el partido no tuvo calidad porque en el Madrid el balón no circula bien y tampoco en el Joventut y eso degeneró en situaciones de tiro embarulladas e imprecisas, en una tendencia a tirar demasiado de cerca y en pelea por el rebote. En ese punto Johnson y Meriweather empezaron a flaquear bien pronto ante las tarascadas de Romay, quien llegó a propinar tres tapones consecutivos en la segunda parte. Ese desequilibrio propició que el Madrid llegara al descanso con ligera ventaja (41-33).
Pero el partido se resolvió de la forma más imprevista. El Joventut lo había casi igualado con varios contraataques y Lolo Sáinz, para sorpresa general, utilizó a Alexis como pívot para dar entrada a Del Corral. Con un equipo más bajo, el Madrid corrió mucho más y se escapó gracias a dos triples de Corbalán, acompañados de otros dos de Del Corral. Julbé pidió un tiempo muerto y debió solicitar que sus hombres jugaran algo más con sus pívots -estos poco menos que se habían puesto en huelga ante la batalla perdida con Romay- Luego de una desastrosa zona 1-3-1 y del significativo pase de Villacampa a la situación de base, el partido estaba perdido: el Joventut carecía de un jugador al menos en disposición de hacer bien las cosas.
Entre medias, hubo un detalle curioso: contemplar a Antonio Martín y Morales, dos jóvenes con futuro, en la cancha. Uno pecó por exceso y el otro por defecto. Martín mostró bastantes más recursos, pero demasiada prisa, tanta que hizo cuatro personales en cinco minutos; Morales tiene todavía aspecto de junior, con lo cual está todo dicho.
El partido acabó con amenaza de exhibición por parte madridista y con Del Corral, con planta de alférez por su reciente corte de pelo en Huesca, entrando a canasta sin importarle la filiación o estatura del contrario. El Joventut seguía aburrido, hastiado, tal y como empezó.
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