Ferrater, el medio, y el mensaje
El artículo de Ferrater Mora Un paquete atractivo para España (EL PAIS, 24 de septiembre) da, como es habitual en él, en la diana. Se ha dicho muchas veces que en España escribir es llorar, y Ferrater lo sabe muy bien y lo recuerda cuando pregunta que libros españoles se traducen a otras lenguas -para loPasa a la página 17
Viene de la página 15
cual primero tendrán que haberse publicado en español, lo que no es tan fácil- y cuando nos dice que los españoles contamos poco en el mundo y deberíamos hacernos valer más allí, para lo cual parece que sería indispensable que primero nos hicieran caso aquí.
El artículo de Ferrater es delicioso y se lee con mucho gusto, como todo lo que él escribe, pero hay en él un pequeño punto que me interesa precisar. Dice que entre Ios maniáticos de la sustancia y el fondo" y "los que juran por la forma y la apariencia" nadie tiene razón, y que en la actual sociedad de masas ningún paño se vende si no es por lo menos consumible y si no está atractivamente empaquetado". Aquí el problema radica en los dos adjetivos, consumible y atractivo, sumamente vagos, ambiguos y sobre todo subjetivos, por lo que el campo de acción para los que yo llamaría más bien los maniáticos del autobeneficio, resulta ser inmenso. En efecto, el dicho según el cual " se puede engañar a todo el mundo durante un tiempo, o se puede engañar a parte de la gente durante todo el tiempo, pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo", que no sólo circula por el mundo anglosajón, sino también por el nuestro, adolece del defecto propio de los lógicos cuando hablan de la paradoja del mentiroso: creer que todo significa efectivamente todo. Si nos diéramos cuenta -al escribir, pues al hablar sí que lo hacemos- de que todo significa en realidad casi todo, como reconocemos, por otra parte, cuando decimos -o escribimos- que no hay regla sin excepción, entonces no habría paradoja alguna: Epiménides sería la excepción, es decir, el cretense que diría la verdad cuando dice que "todos los cretenses son mentirosos".
Entonces el dicho citado tiene otra interpretación, a mi modo de ver mucho más ajustada a la realidad de nuestro mundo, probablemente a nuestro mundo de siempre: efectivamente, no se puede engañar a todo el mundo durante todo el tiempo, pero sí se puede engañar a casi todo el mundo durante casi todo el tiempo. Y este es lo que se hace.- Modesto Espinar
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