La oposición de España Grecia y Reino Unido impide un acuerdo para fijar los presupuestos de la CE

Los ministros de Hacienda de los doce no pudieron alcanzar en la tarde de ayer, por primera vez en los 30 años de historia de la Comunidad Europea (CE), un acuerdo para proponer al Parlamento Europeo en primera lectura un proyecto de presupuesto para 1988. El consejo, que se prolongó durante más de cinco horas en Luxemburgo, debatió inútilmente el proyecto a causa de la fuerte oposición de España y del Reino Unido, países que prefieren la elaboración de unas cifras provisionales hasta que la cumbre de jefes de Gobierno y de Estado de Copenhague, en diciembre, establezca la reforma financiera de la Comunidad.

La incapacidad para lograr un compromiso significa que, al principio del año próximo, la Comunidad funcionará en régimen de doceavos provisionales, es decir gastándose cada mes la doceava parte de su presupuesto global de 1987 a menos que la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los doce, que se celebrará en Copenhague en diciembre, modifique el sistema de financiación de la CE a partir de 1988.El comisario europeo encargado del presupuesto, He ing Christophersen, calificó lo sucedido de "escándalo" y el ministro Tygesen no dudó en denunciar ante la Prensa "a tres países que no quieren que el Consejo cumpla con las obligaciones del Tratado de Roma" pero no llegó a nombrar a España, Reino Unido y Grecia, que constituyeron la minoría de bloqueo que impidió la adopción de sus proposiciones.

Propuestas de compromiso

Las propuestas de compromiso de Tygesen giraron todas en torno a lo que denominó el "factor de equilibrio", consistente en aprobar un presupuesto que, sin llegar a alcanzar los 41.700 millones de ECU (unidad de cuenta europea, equivalente a 138 pesetas) solicitados por la Comisión Europea para hacer frente a sus compromisos, rebasase los 35.200 millones de ECU de ingresos por IVA y aranceles previstos para la CE.

Si la cumbre de Copenhague aumenta estos los recursos de la Comunidad, la decisión de los ministros quedaría confirmada pero si los 12 líderes no se ponsieran de acuerdo - sería entonces necesario adecuar el gasto a los ingresos y ahorrar 6.500 millones de ECU o el 94% de lo presupuestado.

"Aunque hubiese querido evitar esto", afirmó José Borrell, secretario español de Estado de Hacienda, que asistía a la reunión, "España no podía aceptar el factor de equilibrio" al que calificó de "eufemismo" para enmascarar un enorme déficit. El jefe de la delegación española aseguró también que, si se empieza a aplicar el régimen de los doceavos profesionales "no perjudicará excesivamente" los intereses españoles.

Para desbloquear la negociación Borrell hizo, sin embargo, una sugerencia consistente en sumarse al compromiso de la presidencia danesa a condicición de que, si a la vista de los resultados del Consejo Europeo de Copenhague era necesario recortar el gasto, sólo se ahorraría en el capítulo agrícola. Ni que decir tiene que los Estados miembros septentrionales ni siquiera tomaron su idea en consideración.