Aguas quietas en el archipiélago

El archipiélago de Fiyi, con más de 300 islas en el Pacífico sur, y su capital, Suva, se encontraban ayer tranquilos y sin expresiones públicas de respaldo o protesta tras el discurso difundido por radio en el cual en teniente coronel Sitiveni Rabuka anunció el cambio de situación constitucional de monarquía a república. El toque de queda, vigente desde las ocho de la noche hasta las cinco de la mañana, fue reforzado por soldados armados que se apostaron en todas las esquinas importantes y lugares estratégicos de la capital.

Los bancos comerciales reanudaron sus operaciones después de la orden del cierre dada el lunes para evitar la fuga de divisas que pudiera provocar la industriosa mayoría india, que controla la mayor parte de la actividad económica y comercial del archipiélago. Las instituciones financieras deben referir todas sus operaciones al banco central, y no pueden aceptar retiradas de fondos superiores a los 2.000 dólares fiyianos (unas 170.000 pesetas).

Unas 200 personas, incluida una docena de líderes locales, dos jueces del Tribunal Supremo y siete ministros del Gobierno derrocado, sigen detenidos en distintos centros militares de Suva, según fuentes militares.