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PRESENCIA HISPANA EN NORTEAMÉRICA

Belleza y Misiles

Numerosas bases aéreas y un centro de investigación nuclear se aposentan en la tierra caliente de Nuevo México

La primera bomba atómica no cayó en Hiroshima, sino en Álamo Gordo, Nuevo México, en julio de 1945; claro que se trataba de un experimento -sin víctimas, por lo que se sabe-, pero la gente comenta con ironía: "Nos la echaron a nosotros por lo poco que les importamos". Eso lo dicen los nuevomexicanos de origen español, no los de origen gringo: los muchos García, Martínez, Sánchez, Trujillo, Aragón, Vigil, que hablan con ardor de la raza, también por ellos llamada el sebo.

Sea como sea, Nuevo México es tierra caliente donde las haya. Además de las numerosas bases de las Fuerzas Aéreas que proliferaron por todo el territorio desde la II Guerra Mundial, en Los Álamos, al norte de Alburquerque, hay una base de investigación nuclear montada en su tiempo por Oppenheimer. En Álamo Gordo se investigan misiles, y en el mismo Alburquerque tienen una base aérea y una bodega nuclear. Hace casi 50 años, por una puertecilla de la plaza Sena, en el centro de Santa Fe, entraban los científicos más importantes del mundo -llevados desde Berlín, de Massachusetts, etcétera-, atravesaban unas oficinas y salían por la puerta trasera para subirse a un camión que se perdía en la distancia, camino de las Rocosas. Hoy, en ese número de la plaza Sena hay una galería de arte llamada Maitland.Porque lo nuclear no parece influir en la placentera vida de la privilegiada ciudad de Santa Fe, que con sus casi 60.000 habitantes dedicados en cuerpo y alma al turismo -bien porque son turistas de estancia permanente o bien porque viven de ellos- parece arrancada de las páginas de un cuento. "En Santa Fe se puede caminar", te dicen con envidia quienes viven en ciudades hechas a la medida de los coches, no de los humanos. Y es cierto: no sólo se puede, sino que se debe caminar. ¿Cómo, si no, sacarían su provecho las infinitas tiendas de todo tipo que se suceden a lo largo de las uniformes fachadas de adobe?

Comparada con esta ciudad, Ibiza es un poblado amish, por lo austera. Santa Fe sólo tiene, en toda su extensión, un supermercado normal: un Woorworth que surge como un extraterrestre en medio del armonioso conjunto artístico-comercial.

"La gente va a comprar a Alburquerque, aunque está a 100 kilómetros. Compensa coger el coche porque allí todo es más barato", informa un camarero de La Fonda, el hotel con más solera y el mejor situado, frente a la catedral. "Allí puedes conseguir por 60.000 dólares una casa que en Santa Fe cuesta 100.000".

Alburquerque es a Santa Fe lo que Los Ángeles a San Francisco, es decir, industria y economía, otra cultura, estilo y turismo. En todo Nuevo México, las fuentes de trabajo provienen exactamente de los empleos gubernamentales -federal, estatal, local-, de los minerales y el petróleo -es el quinto Estado en producción petrolífera-, del turismo y de los servicios médicos, estos últimos relacionados también con los intereses generales, puesto que todos los astronautas, al principio, iban a examinarse allí. Por último está la agricultura.

Galerías de arte

La mezcla de españoles, indios y gringos ha dado como resultado una gente de belleza muy especial, sobre todo en las mujeres. Piernas largas, piel tostada y exuberantes cabelleras que nada tienen que ver con los chuzos de Dinastía. Hay también mucha elegancia en el vestir. Algo así como si el estilo galerías de arte se prolongara a la propia indumentaria. Los restaurantes son selectos, caros y sofisticados. Y la artesanía de los indios que viven en poblados de los alrededores, como Tesuque, no está sólo en las tiendas, sino colgada de las gargantas femeninas.

El negocio de las galerías de arte, que es importantísimo, empezó a desarrollarse a finales del siglo pasado, cuando, en el camino del Cañón, empezaron a instalarse los artistas. El negocio está en manos de los gringos, pero desde hace 15 años se ha empezado a reconocer al artista nativo, lo que incluye a los hispanos y a los indios. En este momento son famosas las acuarelas de Secundino Sandoval y los óleos de Amado Peña, entre los primeros. Los artistas indios se dedican sobre todo a trabajar las cerámicas, vidrios, tapices. Otro tipo de artesanía india, más popular, es la que venden las indias del poblado de Santo Domingo, que todos los días instalan sus mantas cubiertas de mercancía bajo los soportales del palacio del Gobernador. "Hace unos días vinieron los pingos y dijeron que ellos también querían ponerse aquí a vender. Nosotras les dijimos que nos acordamos muy bien de que los españoles nos dieron este privilegio exclusivo", dice una de las mujeres.

"Los indios tienen muy buena memoria, quizá por eso no somos muy bien recibidos en sus poblados", comenta el profesor Juan -o Jon- Aragón, que ha sido el único rector de origen español de una universidad norteamericana, la New Mexico Highlants University. Para el profesor Aragón, las características del nuevomexicano de origen español son tres: "Primero, de todos los hispanos de EE UU somos los que durante más tiempo hemos sido terratenientes. Y cuando las tierras son tuyas, y les pones nombre, las cosas se ven de muy distinta manera. Esto ha ocurrido durante generaciones, sin mezclarnos. Por otra parte, tenemos la historia de participación democrática más larga. Llevamos 140 años votando. Y tenemos una Constitución en donde quedaron bien claros nuestros derechos".

La tercera característica, según Juan Aragón, es el patriotismo. "Cada vez que el Tío Sam ha tocado su cometa, los nuevo mexicanos de origen español hemos acudido como un solo hombre". En este momento, Nuevo México tiene a 34 hispanos en el Congreso de su Estado, mientras que California sólo tiene cinco. En su Constitución, que fue adoptada en 1911 y ha sido modificada a lo largo de los años, figura un artículo en el que se garantiza el derecho a utilizar la lengua española tanto como el inglés, y que ello jamás será restringido; exactamente también se asegura el derecho a la formación de profesores que puedan enseñar español en las escuelas públicas e instituciones del Estado a los estudiantes que lo necesiten.

Los nuevomexicanos se quejan de que, todavía, al referirse a ellos se diga spanish-american o mexican-american, cuando ya nadie dice lo mismo de los norteamericanos de origen irlandés o alemán. Mientras unos son partidarios de que se les señale como de origen español y otros prefieren destacar la mexicanidad, y un tercer grupo se proclama chicano, hay quien dice, con sensatez: "Necesitamos demasiadas cosas como para perder el tiempo discutiendo cómo tenemos que llamarnos". Para el profesor Aragón, hay una cosa clara: "Los españoles estuvieron aquí durante 281 años; los mexicanos, durante 26, es decir, un parpadeo de la Historia, y estamos en Estados Unidos desde hace 140 años. Por ahora ganan los españoles".

Saliendo de Santa Fe hacia el Este, hay un extraordinario paisaje que tiene como fondo las últimas estribaciones de las Montañas Rocosas, conocidas como Montañas de la Sangre de Cristo. No se llaman así por casualidad; cuando cae el sol, quedan envueltas en un manto de púrpura, y ante su contemplación cualquier nuevomexicano se estremece. Ésta es una tierra privilegiada en la que el cemento y el neón todavía no han entrado a saco. Al borde de los caminos crece una planta llamada chamizo. Es una planta dura, áspera, que por el otoño florece inesperadamente en amarillo. Soporta las heladas, y el polvo del desierto no daña sus raíces. Pero si se la trasplanta, muere. Así ocurre con los nuevomexicanos, dicen.

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