Suiza y Suecia, principales escollos para el ingreso de España en el grupo de los 10 países mas ricos del mundo
Suiza y Suecia, y en menor escala Holanda, se han convertido en los principales escollos para que el Gobierno español vea cumplida su ambición de ingresar mañana en el denominado grupo de los diez, integrado por los países más ricos del mundo occidental. España comprobará mañana si sus gestiones diplomáticas y financieras al más alto nivel, tanto ante estos países pequeños como delante de los comunitarios y de Estados Unidos, han tenido el éxito esperado.Fuentes diplomáticas y económicas españolas se mostraban ayer "ligeramente pesimistas" sobre las posibilidades reales de que el grupo de los diez del Fondo Monetario Internacional (FMI) acepte la petición española para pertenecer a este restringido club. "O es este año, o nunca", manifestó un alto cargo del Gobierno español. "Realmente no sabemos lo que sucederá, pues ni suizos ni suecos nos han dado garantías plenas", añadió.
España, por medio de una carta del ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, al entonces presidente del grupo de los diez, el holandés Otto Running, solicitó oficialmente en marzo de 1986 el ingreso en este grupo, cuyas funciones informales dentro del FMI se concretan en el intercambio de información y en la proposición de sugerencias sobre las grandes decisiones de política económica internacional. La principal ventaja de la pertenencia a este grupo es la participación en las reuniones más restringidas que los gobernadores de los bancos centrales de los países más ricos occidentales celebran periódicamente dentro de los encuentros del Banco Internacional de Pagos de Basilea.
Por tres veces consecutivas que se ha reunido este grupo desde que se materializó la petición española, la consideración de la solicitud de Solchaga se ha visto aplazada ante la oposición formalista de los países más pequeños de este grupo, tales como Suecia y Holanda, que temen ver disminuidas las funciones de este club, ya devaluado tras la creación por los más grandes del grupo de los siete, hace dos años.
Desde entonces el Gobierno español ha montado una estrategia de actuación. basada en una cuidadosa ofensiva diplomática, para eliminar la última oposición a la ambición española. Solchaga y el ministro de Asuntos Exteriores, Fernández Ordóñez, han planteado la petición española en otros foros, tales como el Consejo Europeo, o en los contactos bilaterales regulares con los países afectados. España cuenta ya con el apoyo de la Comunidad Europea y de Estados Unidos, pero sorprendentemente tropieza aún con las reticencias de los pequeños países no integrados en la CE. La última oposición surgida inesperadamente es la de Suiza.
La posición española en la economía mundial supera a la de varios países que actualmente integran el grupo de los diez, tanto en PIB como en otras variables.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.