Fernández Ordóñez expresa la inquietud española por el conflicto del Golfo

El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, expresó ayer a su homólogo iraní la "grave preocupación española por el salto cualitativo que supone en el conflicto del Golfo Pérsico la colocación de minas, un atentado al derecho de tráfico marítimo internacional que España condena tajantemente. El tema de la guerra irano-irakí centró las conversaciones del jefe de la diplomacia española con sus homólogos de Irán, Alí Akbar Velayati, e Irak, Tarik Aziz. Según el portavoz español de Asuntos Exteriores, presente en las entrevistas con los dos ministros, el representante iraní negó que su país sea el que pone las minas en aguas del Golfo Pérsico y se defendió de las acusaciones en este sentido.

El ministro iraní había pedido el martes celebrar un encuentro con su homólogo español, dentro de la campaña de relaciones públicas que llevan a cabo estos días en la ONU, lo mismo que hacen sus oponentes irakíes, tratando de explicar sus razones en la guerra del Golfo iniciada en septiembre de 1980. Velayati invitó a Fernández Ordóñez a visitar Irán y le dijo que su país deseaba elevar el nivel de sus relaciones con España, en referencia al próximo regreso a Madrid del embajador iraní, ausente desde enero de 1986.

Por su parte, el canciller irakí, mostró ante Fernández Ordóñez el pesimismo de su país sobre un eventual cese de hostilidades, a lo que Irak está dispuesto siguiendo las directrices del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. La situación en el Golfo Pérsico fue analizada también en una reunión celebrada entre los ministros de Asuntos Exteriores de la CE y los países del Golfo Pérsico. Otros contactos del jefe de la diplomacia española ayer, en Naciones Unidas, fueron las reuniones que tuvo con los ministros de Polonia, Filipinas, Marruecos, el jefe de relaciones exteriores de la OLP, Faruk Kaddumi, y el vicecanciller nicaragüense, Víctor Hugo Tinoco.