El grupo suizo BTK Holding pide 15.000 millones de pesetas a Interpart por la venta de la torre del Santander

El grupo suizo BTK Holding ha pedido al luxemburgués Interpart, que preside Giancarlo Parretti, la suma de 15.000 millones de pesetas por la venta de la llamada torre negra de Azca, donde tiene su sede el Banco de Santander. Un portavoz del grupo suizo ha manifestado que "no tenemos ninguna intención de vender, pero si están dispuestos a pagar esa cifra, entonces podremos entendernos". El grupo que preside Parretti, que efectuaría la operación a través de Renta Inmobiliaria, ha ofrecido por el edificio 11.000 millones de pesetas.

De acuerdo con el grupo suizo, Giancarlo Parretti al levantar la liebre sobre la torre negra ha pretendido tantear el terreno más que propiamente comprar. El grupo BTK Holding adquirió en octubre del pasado año la sede del Banco de Santander en el complejo madrileño Azca, por la que pagó 10.500 millones de pesetas. El pasado jueves, 17 de septiembre, ambas partes mantuvieron un primer contacto en torno a la operación, en la que se intercambiaron las dos cifras mencionadas. Para el grupo BTK, "es un contacto muy preliminar"; para Interpart, se trata de una operación muy interesante, que podría ser abordada con los recursos generados por la salida a bolsa de la autocartera de Renta Inmobiliaria, cuatro millones de acciones, que a la cotización actual supondrían más de 12.000 millones de pesetas.La operación, en todo caso, necesitaría el visto bueno del sindicato de bancos suizos que financió la operación de compra a BTK, operación en la que el edificio sirvió como hipoteca del préstamo. Giancarlo Parretti cree posible la operación " porque la Banca Paribas, que aportó la mayoría de los fondos, quiere vender". La próxima semana tendrá lugar en Ginebra una reunión entre Paribas y el líder de Interpart donde puede quedar concretada la operación. Como fórmula de pago por la torre del Santander, Parretti ofrece acciones de la anunciada ampliación de capital de Renta Inmobiliaria.

Olfatear el negocio

El movimiento de Parretti es una buena muestra de su sagacidad para detectar oportunidades del negocio. Por el lado de los socios de BTK, la intentona de Parretti revela un cierto agotamiento de un proyecto que parece haberse agostado antes de nacer. En efecto, la idea de Blum, Turin y Klein, los tres socios suizos, era sacar la sociedad propietaria del edificio Azca, Inmosuiza, a cotizar en la Bolsa de Madrid. Las dificultades para hacer realidad dicha idea han colocado el proyecto en vía muerta.En efecto, hasta que la anunciada reforma del mercado de valores no tome cuerpo, Inmosuiza sólo tenía la posibilidad de salir al segundo mercado, donde, por las deficiencias conocidas, sólo cotiza actualmente una sociedad (Mercapital) en la bolsa madrileña. Inmosuiza ha tratado de buscar todas las fórmulas posibles para entrar de golpe en el primer mercado. Al final, la proximidad de esa reforma ha aconsejado al grupo suizo esperar a que se produzca. "Estamos parados por este motivo, una situación que no nos gusta, pero eso no quiere decir que queramos vender; simplemente, alguien nos ha preguntado y le hemos respondido", han manifestado fuentes de Inmosuiza.

Durante el último año, el grupo BTK ha intentado varias operaciones de largo alcance para engordar su cartera. La primera de ellas fue el intento de llegar a un acuerdo con Citibank España para integrar su sede madrileña, situada en la Puerta de Alcalá, en Inmosuiza. La operación no salió al final, y Citibank decidió vender su sede de acuerdo con su idea original, una venta que ha resultado polémica hasta el punto de provocar dimisiones en el seno del banco.

Tras la intentona con Citibank, BTK entró en conversaciones con el grupo March con la idea de incardinar una operación de gran alcance: engordar el inmovilizado de Inmosuiza con alguno de los activos inmobiliarios del grupo que preside Carlos March, y al tiempo salir a bolsa de la mano del NatWest-March como banco emisor. Al final, los expertos del grupo March aconsejaron también a BTK esperar y salir al primer mercado bursátil. Así pues, los compradores suizos de la torre negra de Azca están en el dique seco, y esta situación ha sido olfateada por Parretti, que se ha apresurado a tantear la operación, que, en todo caso, necesitará la aprobación del sindicato de bancos suizos que sindicó la financiación de la compra.